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Pues yo no critico a los políticos…

18 May

A continuación presento una entrada que no es mía, pero la acojo aquí, en mi Te Verde. ¡Les invito a leer!

Texto: Fco. Propios

Hace ya algún tiempo me di cuenta que me afecta discutir sobre política o simplemente ver las noticias o leer comentarios en las redes; no por ello he dejado de hacerlo; trato, sin conseguirlo en la mayoría de las ocasiones, no enfrascarme en discusiones que ya desde el minuto uno se ve que no van a ser constructivas ni enriquecedoras.

Por otro lado no dejo de sentirme afectado, incrédulo, desanimado y enfadado con el panorama que ofrece nuestro país, y frustrado por no poder hacer política entre todos, conversando y entendiéndonos para hacer un mejor país en el que vivir.

¿Qué hacer?, ¿cómo podemos entendernos en pos de unos legítimos y lógicos intereses comunes?, ¿cómo podemos influir para recuperar la calidad de vida (las vidas perdidas ya no son recuperables), la dignidad colectiva, la oportunidad de progresar y de trabajar por una vida bonita, que merezca ser vivida.

La herramienta que nos permite entendernos y cooperar es la comunicación, no podemos renunciar a hablar y conversar; quizá venga bien organizar esta conversación y empezar por sentar unas bases y definir, qué cosas, unos y otros queremos, para tener motivos, unirnos y cooperar.

A lo largo de las historia, desde los homínidos, el ser humano se ha unido para aumentar sus posibilidades de supervivencia; cooperando en grupo se puede lograr prácticamente todo.

Precisamente de esta idea surgen los Estados y tienen sentido cuando son garantes de ciertas condiciones que aseguran la vida con unas mínimas condiciones de calidad para todos, o la inmensa mayoría de sus ciudadanos.

De hecho, esta cooperación y las sinergias que surgen al poner los talentos de unos y otros (cada cual los suyos) en relación, genera muchos logros y riqueza que contribuye a unas mejores condiciones colectivas y por tanto individuales, creando una espiral ascendente de crecimiento económico, personal y social.

Y así surge la economía productiva, que ha generado grandes excedentes de riqueza a partir de los cuales y paradójicamente, el ansia y la avaricia humana inventó la economía financiera o especulativa, que es la que nos ha endeudado-arruinado a todos (Personas y Estados) a favor del enriquecimiento de unas cuantas alimañas.

Todo esto lo intentan explicar-justificar una legión de pseudo-economistas que han olvidado que la economía es una ciencia social, y por tanto ha de estar al servicio de las personas, de lo colectivo. Sin embargo, esta legión logra en muchos casos que la gente crea que su vida depende de una tal prima de riesgo y otros parámetros especulativos que manejan a su antojo y que nada tienen que ver con la economía del día a día, con la verdadera economía, la del trabajo real que genera riqueza real.

Como digo, es necesario sentar unas bases: objetivos comunes y coordinación-comunicación; recuperar el sentido de lo colectivo.

Hago aquí una propuesta de objetivos que a mí me gustaría fueran compartidos, es decir, me atrevo a decir que podemos estar todos de acuerdo en que todos deberíamos concedernos a nosotros mismos la opción de aspirar a ellos y alcanzarlos:

– Desarrollarme como persona para contribuir a mi felicidad y al bien común que es también el mío.

– Tener la oportunidad de formarme e informarme para influir en las circunstancias que condicionan mi vida.

– Aportar a la sociedad con mi trabajo y talentos ocupando la posición que mis méritos merezcan y donde pueda generar el mayor valor añadido para el beneficio colectivo.

– Si enfermo, me gustaría poder beneficiarme de los avances en medicina que otras personas han logrado trabajando-investigando.

– Cuando sea mayor y ya no pueda trabajar me gustaría poder percibir una pensión para que sea la naturaleza la que ponga fin a mi vida.

– Quiero que los niños y las niñas de mi país no pasen frio o hambre.

– Quiero que ninguna persona sea expulsada de su vivienda por el abuso de la economía especulativa y se vea condenada a la exclusión y el sufrimiento.

– No quiero que haya muertes en invierno por la llamada pobreza energética.

– Quiero sentirme libre para expresarme, protegido y confiado en que todos los elementos del Estado actúen de forma ética y justa, que los ladrones, corruptos, delincuentes y criminales acaban mal y a la buena gente le va bien.

– No quiero que mis conciudadanos se suiciden, «Hace ya tiempo que el suicidio es la primera causa de muerte violenta, muy por delante de los siniestros de tráfico o los homicidios».

Los Estados, lo Público, se organizan para, en teoría, preservar y fomentar el interés común y la generación de una riqueza colectiva que permite progresar y afrontar los periodos difíciles en las mejores condiciones posibles. Se organizan – nos organizamos para, no solo sobrevivir, también para ofrecernos a nosotros mismos la posibilidad de disfrutar de una vida bonita, feliz.

Es decir, la vida, las personas, son el centro y el sentido de esta organización que llamamos Estados y votamos para elegir a los administradores de ese Estado.

No voy a relatar aquí todas las conductas indignas, repugnantes e inhumanas que todos los días vemos de nuestros “representantes”; lo que hacen es beneficiarse personalmente de los recursos generados por todos gracias a la posición, “puesto” de Estado, Público, que ostentan, y si para ello los niños han de pasar hambre, los abuelos morir de frio y las familias han de ser expulsadas de sus casas no les tiembla el pulso. Destruyen lo Público al tiempo que muy bien-viven de lo Público, por eso no hay recortes en sus privilegios, los recortes son para la masa. “Bonita y valiente” forma esta de administrar, tomando decisiones y medidas para los demás, sin que los que las toman se vean afectados por las mismas.

Descrita esta realidad no puedo entender que personas en su sano juicio voten-elijan a personas que ya se ha visto y comprobado pisotean todos estos objetivos comunes y roban el dinero y riqueza generada por todos y se lo llevan a otros países-paraísos fiscales; esto se llama traición, han llegado hasta a recortar las libertades individuales completando la Dictadura con la ley mordaza, criticada por Europa, la ONU y medios de comunicación de muchos países.

Jose Antonio Marina dice, “Los problemas compartidos los tiene que solucionar la inteligencia compartida”. Es decir, es necesario crear una conciencia de colectividad. Todos, no sólo a nivel de país, sino de planeta, formamos parte de un sistema, y todos, con lo que hacemos o no hacemos, nos influimos unos a otros. Después de esta necesaria conciencia colectiva surgiría una inteligencia colectiva o compartida, que influiría lo más posible en el devenir de las circunstancias que condicionarán nuestras vidas.

Ahora voy a concretar y ser directo, a día de hoy, con todo lo que nos precede, votar al PP, al PSOE o a CIU que son los partidos que han gobernado en los últimos 35 años en este país y nos han traído hasta el actual escenario es votar a que todo siga igual. Implica mandar el mensaje: pueden seguir robándome, recortando mis derechos y opciones de tener una vida digna, bonita, feliz o, ¿alguien piensa que el corrupto va a legislar para meterse él solito en la cárcel?

“Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos”

Albert Einstein

Esto es el triunfo del mediocre, si a nivel social existiera la selección natural, los engendros que nos gobiernan nunca hubieran llegado a gobernar. La selección y elección de las personas en las que depositamos la confianza y los recursos para administrar lo colectivo es vital para el desarrollo o destrucción de nuestra calidad de vida.

Hoy en día existen más opciones que nunca a la hora de elegir a los administradores de lo Público, de nuestro Estado, de nuestro bien común y calidad de vida. Por otro lado, aunque la información en los medios de masas está muy al servicio de los gober-corruptos afortunadamente contamos con acceso a información y conocimiento que nos da la posibilidad de crearnos una fotografía mental más clara, realista y en perspectiva de lo que sucede para actuar en función de lo que nos conviene.

Ya no se trata de blanco o negro, el hecho de que haya grises, diferentes actores políticos, otras formas, y por primera vez en mucho tiempo algo de argumentación y razonamientos, en lugar del, “y tú más” y el cinismo de los PPSOE, creo que es muy positivo.

Y aquí viene otra de las conductas que observo, no en los gobernantes, sino en la gente sencilla, incluso en la gente maltratada por la crisis-estafa, que me produce estupor; no sólo no celebran el hecho de que lleguen nuevas caras a la escena política, sino que han desarrollado un animadversión irracional hacia una formación en concreto que todavía nunca nos ha gobernado.

Pero cómo se le puede aplicar a una formación política nueva, la misma evaluación y crítica que a los que llevan 35 años en las poltronas; si todavía no nos han gobernado. Los nuevos no tienen a todos los ministros de un gobierno, (el de Aznar), excepto a dos, imputados o afectados por casos de corrupción porque nunca han gobernado. Por cierto, alguien de estas personas ha escuchado-leído las propuestas de las nuevas formaciones con oídos limpios para luego, tras razonamiento, decir si se está de acuerdo o no, e incluso plantear alternativas.

Curiosamente, la misma formación que ha puesto nerviosos a los dinosaurios gobernantes que venimos padeciendo es la que a su vez recibe críticas despiadadas, irracionales o directamente falsas como se ha demostrado más de una vez, no solamente de los que ven amenazado su chiringuito político, que tiene su lógica, sino como digo, de personas, ciudadanos normales y víctimas de la estafa económica y social que sufrimos. Es como si la gente renunciara al instinto más básico, el de supervivencia.

¡Que casualidad¡, ¿no os hace pensar esto?, no va a ser que habéis comprado el mensaje del miedo de los PPSOE; le dijo el lobo a las ovejas: “que viene el lobo”.

Quizás dar un paso atrás para tener una visión de conjunto y en perspectiva, sin prejuicios, sin resentimientos o miedos, sin “yo soy del blanco o del negro”, como si la política se pudiera reducir a una cuestión futbolística, ver el bosque y no solo el árbol o peor aún, la zanahoria, nos haría desarrollar esa necesaria inteligencia colectiva. Todo ello para votar de forma inteligente, práctica, para influir, para el interés común e individual que son los mismos para los temas políticos o colectivos.

Es ya una cuestión de supervivencia evacuar, purgar el congreso de corruptos, incapaces, traidores, inútiles que no han hecho nada más en su vida que apuntarse de jovencit@s a un partido, ganarse el favor de las vacas sagradas, repetir la doctrina de partido y no moverse para salir en la foto.

Es necesario votar. Aquellos que dicen “yo paso”, “no me convence ninguno”, cometen un gran error, porque no votar, el voto en blanco o nulo con la actual ley electoral viene a ser prácticamente votar al PPSOE. Hay que votar para hacer el mayor daño posible precisamente al PPSOE que son los responsables del punto al que hemos llegado. Y ya veréis que no se acaba el mundo expulsando a esta gentuza de la escena política, de la misma forma que no se hubiera acabado el mundo si en lugar de rescatar bancos-fraude se hubiera metido en la cárcel a sus directivos. En su lugar lo que hemos propiciado es la siguiente irracionalidad: que el banco rescatado con el dinero de todos ahora desahucia a las personas que lo rescataron, y todavía les dicen que han vivido por encima de sus posibilidades; pero bueno, ¿quién tenía el gabinete de riesgos, quién autorizaba la operación? El nivel de indecencia es casi indescriptible.

El mundo es cada vez más un sitio complejo donde la mayor amenaza para el ser humano es el propio ser humano. No es fácil, y si encima no elegimos con inteligencia la mejor o menos mala, o sencillamente nuevas opciones, no seguiremos en el mismo punto, sino que irremediablemente empeorará nuestra situación hasta escenarios que nunca hubiéramos imaginado, incluso llegaremos a un punto de no retorno.

Quizá haya personas que disfrutan de una posición más cómoda, e incluso mejorada en los últimos tiempos y la lógica individual les anime a votar al orden establecido ya que a ellos les ha beneficiado. Este es otro grave error, como digo somos parte de un sistema y a nadie le conviene la degradación generalizada que provoca la corrupción y desigualdades disparadas, finalmente los beneficiados económicamente no podrán disfrutar de un entorno, de un país por el que se pueda pasear libre y alegremente porque la desigualdad social tiene sus consecuencias y se cobra sus víctimas de uno y otro lado.

Esto nos llevaría a un país de fortalezas, seguridad privada y miseria donde la tranquilidad ya no existe para nadie y donde tras haber superado cierto umbral de indecencia y deshumanización será casi imposible volver hacia atrás. Hay algunos ejemplos de países en esta situación, no estoy descubriendo nada, países ricos y con potencial que viven en el conflicto social sostenido y la violencia.

Nuestros representantes tienen que ser personas dignas, con capacidad y personalidad, valientes, los mejores para equilibrar las relaciones entre los ciudadanos y el capital. Han de poner en el centro de cualquier política y decisión a las personas por delante de cualquier demanda abusiva y recuperar las cuotas de soberanía perdidas.

Una sociedad que no aspira a mejorar, a crecer individual y colectivamente, a tener una mejor vida, a ser feliz, es sin duda una sociedad enferma, ¿es que no nos merecemos algo mejor?, ¿es que no podemos aprender de lo que hemos hecho hasta ahora?, ¿es que no podemos probar algo nuevo, distinto?

Hay que recuperar la idea de que nuestra vida nos pertenece, nadie nos tiene que conceder la gracia ni el permiso de vivir, pero una vida digna, bonita, feliz, hay que trabajársela, hay que empoderase personalmente, valorarnos a nosotros mismos, ganar en autonomía y confianza para pasar a la acción utilizando las opciones que tenemos y creando nuevas opciones para influir. Convertirnos en los dueños de nuestros propios destinos desde una conciencia de interdependencia; todos tenemos que participar y hacer cada un@ nuestra parte.

Cambiemos de gobernantes y cuando los nuevos tampoco lo hagan bien volvamos a cambiarlos, ya veréis como cambia la realidad política, pero los primeros que tenemos que cambiar somos nosotros, dejar de tolerar tanta injusticia y abuso, votemos distinto para obtener resultados distintos. Cambiando cada uno de nosotros podemos cambiarlo todo.

Fco.Propios

 
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Publicado por en 18 mayo, 2015 en Politica

 

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