Este Abril estuve en Kiev durante tres días. Es una ciudad bonita para visitar, donde se puede disfrutar mucho de diferentes cosas. Cómo tenía tiempo suficiente y ya conocía la ciudad, aunque no me canso de ella y volveré seguro, decidí esta vez reservar un día para ir a Chernóbil.
Cuando lo comenté, la gente me decían, ¿Dónde vas? ¡Ten cuidado! Y la verdad que me lo pensé porque no sabía hasta qué punto era peligroso para la salud. Estuve investigando y al final me decidí. Me llamaba demasiado la atención y habiendo varias empresas que lo ofrecían, no podía ser tan peligroso, sobre todo si sigues las indicaciones. Reserve el tour una semana antes de ir, ya que tienen que preparar alguna documentación.
Salimos pronto desde Kiev. Teníamos un par de horas hasta el área de exclusión. Durante el viaje en bus nos pusieron un documental sobre el accidente. En YouTube hay varios, incluido este, y yo recomendaría verlos antes. Personalmente toda la historia de la URSS me llama mucho la atención y este es un pequeño episodio dentro de todo aquello. Con algunas sospechas sobre cierto secretismo y pequeñas diferencias en cuanto a la «versión oficial». No dista mucho de toda la aventura de la propia URSS.
Al llegar a la zona de exclusión, un área de unos 30 km, hay un control de pasaportes y con la documentación que te da la agencia con la que contratas el tour íbamos accediendo muy despacio. Parecía que estábamos entrando en otro país. Una vez hecho esto, subimos al bus y después de un ratito llegamos al pueblo de Chernóbil. Hicimos varias paradas, en la entrada, por el pueblo y los alrededores. Sobre todo había placas en recuerdo etc. Para mi la parte menos emocionante aunque para empezar, es bien. Recuerdo que en el pueblo aún tienen una estatua de Lenin. De hecho la central llevaba su nombre: central nuclear Vladímir Ilich Lenin. Después del accidente, evacuaron a la gente, pero años después algunas familias han vuelto allí. Ahora hay como unas 500 personas, gente mayor sobre todo que quería vivir y morir en lo que sienten su hogar.
Tras esto, carretera hacia el norte nos íbamos acercando a la central. De camino fuimos a una zona soviética, en su día secreta: Duga-3. Un área bajo control militar donde hay una gran antena o no se como llamarlo, que la utilizarían para diferentes pruebas etc. Hay algunas teorías conspiratorias, pero como siempre pasa en estos casos. La verdad que ver el mamotreto y los alrededores es cuanto menos curioso.
Seguimos acercándonos después de ver Duga-3. La central siguió funcionando hasta hace unos años pese al accidente. Aún quedan muchos operarios trabajando para labores de mantenimiento etc. Tengo que reconocer que tiene su puntito ver el mega sarcófago que han hecho y acercarse al reactor número cuatro. Por una lado por el hecho de estar ahí cerca justo donde fue el accidente y por otro el ver la pedazo de obra de ingeniería que es ese sarcófago de contención. Investigad un poco porque vais a alucinar, sobre la construcción, la instalación y el precio.
Tras las fotos de rigor, nos fuimos a comer. ¡Sí!, comimos en la central. En un comedor que parecía el del cole, comimos Borsch, la típica sopa ucraniana (me encanta) y luego algo de carne con una especie de puré de patatas. Me sorprendió un poco el comer allí, pero luego entendí que no es la cercanía o lejanía solamente al reactor donde está el peligro, sino lo contaminado que esté ese área por la dirección de la explosión, del aire etc. Después de comer empieza lo más interesante.
Nos subimos al bus justo al lado del reactor paramos en una especie de cruce de caminos donde había una estatua memorial. Justo ahí la guía nos enseñó un bosque que quedaba a nuestras espaldas donde había carteles de peligro etc. Nos acercamos y puso el medidor de radiactividad en el suelo. Se disparó, pero se acercó unos pasos más y aún subía más. Ni siquiera sin entrar en el bosquecillo. Se ve que en esa dirección cayó la nube tóxica y era uno de los varios puntos calientes. Hay otro, en el pueblo de Pripyat, que visitamos a continuación que, aunque ahora menos, en su momento, estar metido allí en uno de esos puntos durante diez minutos era mortal.
Continuamos el camino y rápido llegamos a Pripyat. Era una ciudad soviética modelo que vivía de la central. Súper moderna y con la estética comunista habitual, propaganda incluida. Interesante visitar esa ciudad fantasma. El colegio, las casas, la plaza central, el palacio de cultura, el parque de atracciones, la piscina, hoteles, el puerto, el cine etc. En el parque de atracciones habían algunos puntos calientes donde subía el marcador de radiactividad que daba gusto verlo. Estuvimos casi un par de horas por allí paseando. Sobre esto, lo mejor es ver las fotos, aunque es cierto que no hice demasiadas. Aquí abajo pongo unas pocas para que también os hagáis una idea de la excursión. Sobre esta ciudad, informaros antes de el tema de los liquidadores. A mi fue lo que más me gustó, poder caminar por e imaginar como era la vida allí.
Como resumen, os recomiendo ir, ¡Claro! Creo que es una experiencia que es única, evidentemente dentro de su categoría, sabiendo el tipo de visita que es. Me parece curioso (por momentos inquietante) poder pasar un día por allí. Hay varias opciones de tour. Todas salen desde la capital y no son excesivamente caras aunque eso lo valora cada uno. Si lo comparamos con lo que vale comer o coger el metro es muy caro ya que por pocos céntimos tenemos un sencillo de metro en una ciudad tan increíble como es la capital Ucraniana. Si tenéis dudas o queréis preguntar algo sobre la excursión o tours en español en Kiev etc, tuiter @fisherwriter o dejando un comentario aquí os escribo al correo. Yo Chernóbil lo hice en ingles pero algunos días lo hacen en castellano.