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Archivos Mensuales: noviembre 2020

Libro ‘Línea de Fuego’

Línea de Fuego de Pérez-Reverte, nos lleva durante unos diez días al verano de 1938 en el pueblo ficticio de Castelles del Segre: estamos en la batalla del Ebro. A través de personajes de ambos lados de la trinchera nos sumergimos en ella, en la cual disparamos, vemos morir compañeros y enemigos, olemos a sangre, a muerte y a sudor, pasamos sed, nos agobiamos, sentimos miedo, incertidumbre e incluso admiración observando los lados más desgarradores y conciliadores del ser humano bajo la circunstancia de la guerra: clara protagonista de la novela.

Esta novela bélica, larga y quizá algo compleja a nivel logístico literaria, si es que existe el término, tiene acción, variopintos personajes y muchos pequeños lugares y recodos. El mapa dibujado por Augusto Ferrer-Dalmau del lugar donde se desarrolla todo, es de agradecer por parte del lector. Trabajada en todos los sentidos; desde los personajes, las escenas, la temporalización y sobre todo los diálogos. Los personajes están dibujados de forma representativa, siendo ésta una novela coral. La facilidad y credibilidad con que se dan los diálogos en los libros de Arturo es mi parte favorita de esta y de todas sus novelas. Lo que dicen y lo que no dicen: los silencios de gran penetración y reflexión.

Durante el desarrollo aparecen, como elementos naturales de la misma, el cansancio de la batalla, la reflexión de lo que acontece, el compañerismo, el odio y a veces el reconocimiento del rival. La cruenta violencia, en ocasiones desencarnada recurre a la literalidad de un autor que deja entrever que él ha conocido esas escenas en primera persona. La muerte aparece también tratada con la cotidianidad de la batalla asumiendo la jerga que eso genera. Arturo nos acerca a la barbarie y brutalidad de la guerra en primera línea de la contienda. Podría incluso decirse que se está leyendo en determinados momentos una crónica de guerra en vez de una novela.

Los dos bandos son presentados a modo de narrador observador incluyendo por supuesto diálogos y acciones que nos permiten apreciar cómo se va disipando o cuestionando la ideología especialmente del bando republicano, en el frente. Permite así entender porque lucha en última instancia cada uno de ellos. Es decir la propia batalla de cada persona, que se da de manera relativamente simétrica en uno y otro lado: por sobrevivir, por vengar a sus compañeros, por obligación, por regresar a su casa, por miedo a la represión, por no encontrar otra escapatoria. El drama y el horror de cada uno que a veces cesa en alguna tregua donde intercambian tabaco o agua con el enemigo.

Brigadistas internacionales, requetés, anarquistas, ejército popular, moros, falangistas, comunistas, milicianos, mujeres encargadas de las comunicaciones, reporteros: voluntarios o a la fuerza en ese lugar, cobardes algunos y valientes otros. Desde niños, como el pequeño Tonet, una mujer que da a luz, la llamada quinta del biberon hasta los cargos más veteranos. Todos ellos y muchos más, respaldados por una documentación adecuada que caracteriza las novelas de Pérez-Reverte y que compone así este relato ecuánime y verosímil.

Acercándonos al final, y después de mucho olor a sangre y sudor, podemos entrever también un punto Chavesnogaliano, si se permite el término. Donde en un diálogo surge la reflexión, sin terminar la guerra aún, estamos en el 38, de que solo un dictador de un bando u otro controlara esto, sea quien sea, rojo o azul y que lo sumirá todo en un baño de sangre, incluso después de vencer. La novela termina abierta, pues estos diez días de batalla no tienen una trascendencia tan importante como para decantar la guerra, pero si se deja entrever la dificultad en ocasiones del bando republicano para organizarse y gestionar la contienda y la perfecta máquina de guerra, eficaz, metódica y concienzuda que practicó el bando sublevado.

Es, bajo mi punto de vista, una novela necesaria y mucho en estos momentos y en este lugar llamado España. Que nos enseña el desastre y el desgarro que supone una guerra entre hermanos y que dejó secuelas y dolores que quizá volvamos a padecer si olvidamos cómo llegamos hasta ese oscuro lugar. No diré que es mi favorita de Reverte aunque sí se ha dicho que es de lo mejor que ha escrito. Novela corta en el tiempo, no en páginas, que cuenta de manera efectiva diez días cerca del Ebro. Formato totalmente diferente, por ejemplo, a las Aventuras de Alatriste o Falcó. 

Aprovechando que el Ebro pasa por Castelles del Segre, dejo un recopilatorio de fotos de la Guerra Civil.

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Publicado por en 27 noviembre, 2020 en Historia, Reseñas, Reverteando