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Libro ‘Línea de Fuego’

Línea de Fuego de Pérez-Reverte, nos lleva durante unos diez días al verano de 1938 en el pueblo ficticio de Castelles del Segre: estamos en la batalla del Ebro. A través de personajes de ambos lados de la trinchera nos sumergimos en ella, en la cual disparamos, vemos morir compañeros y enemigos, olemos a sangre, a muerte y a sudor, pasamos sed, nos agobiamos, sentimos miedo, incertidumbre e incluso admiración observando los lados más desgarradores y conciliadores del ser humano bajo la circunstancia de la guerra: clara protagonista de la novela.

Esta novela bélica, larga y quizá algo compleja a nivel logístico literaria, si es que existe el término, tiene acción, variopintos personajes y muchos pequeños lugares y recodos. El mapa dibujado por Augusto Ferrer-Dalmau del lugar donde se desarrolla todo, es de agradecer por parte del lector. Trabajada en todos los sentidos; desde los personajes, las escenas, la temporalización y sobre todo los diálogos. Los personajes están dibujados de forma representativa, siendo ésta una novela coral. La facilidad y credibilidad con que se dan los diálogos en los libros de Arturo es mi parte favorita de esta y de todas sus novelas. Lo que dicen y lo que no dicen: los silencios de gran penetración y reflexión.

Durante el desarrollo aparecen, como elementos naturales de la misma, el cansancio de la batalla, la reflexión de lo que acontece, el compañerismo, el odio y a veces el reconocimiento del rival. La cruenta violencia, en ocasiones desencarnada recurre a la literalidad de un autor que deja entrever que él ha conocido esas escenas en primera persona. La muerte aparece también tratada con la cotidianidad de la batalla asumiendo la jerga que eso genera. Arturo nos acerca a la barbarie y brutalidad de la guerra en primera línea de la contienda. Podría incluso decirse que se está leyendo en determinados momentos una crónica de guerra en vez de una novela.

Los dos bandos son presentados a modo de narrador observador incluyendo por supuesto diálogos y acciones que nos permiten apreciar cómo se va disipando o cuestionando la ideología especialmente del bando republicano, en el frente. Permite así entender porque lucha en última instancia cada uno de ellos. Es decir la propia batalla de cada persona, que se da de manera relativamente simétrica en uno y otro lado: por sobrevivir, por vengar a sus compañeros, por obligación, por regresar a su casa, por miedo a la represión, por no encontrar otra escapatoria. El drama y el horror de cada uno que a veces cesa en alguna tregua donde intercambian tabaco o agua con el enemigo.

Brigadistas internacionales, requetés, anarquistas, ejército popular, moros, falangistas, comunistas, milicianos, mujeres encargadas de las comunicaciones, reporteros: voluntarios o a la fuerza en ese lugar, cobardes algunos y valientes otros. Desde niños, como el pequeño Tonet, una mujer que da a luz, la llamada quinta del biberon hasta los cargos más veteranos. Todos ellos y muchos más, respaldados por una documentación adecuada que caracteriza las novelas de Pérez-Reverte y que compone así este relato ecuánime y verosímil.

Acercándonos al final, y después de mucho olor a sangre y sudor, podemos entrever también un punto Chavesnogaliano, si se permite el término. Donde en un diálogo surge la reflexión, sin terminar la guerra aún, estamos en el 38, de que solo un dictador de un bando u otro controlara esto, sea quien sea, rojo o azul y que lo sumirá todo en un baño de sangre, incluso después de vencer. La novela termina abierta, pues estos diez días de batalla no tienen una trascendencia tan importante como para decantar la guerra, pero si se deja entrever la dificultad en ocasiones del bando republicano para organizarse y gestionar la contienda y la perfecta máquina de guerra, eficaz, metódica y concienzuda que practicó el bando sublevado.

Es, bajo mi punto de vista, una novela necesaria y mucho en estos momentos y en este lugar llamado España. Que nos enseña el desastre y el desgarro que supone una guerra entre hermanos y que dejó secuelas y dolores que quizá volvamos a padecer si olvidamos cómo llegamos hasta ese oscuro lugar. No diré que es mi favorita de Reverte aunque sí se ha dicho que es de lo mejor que ha escrito. Novela corta en el tiempo, no en páginas, que cuenta de manera efectiva diez días cerca del Ebro. Formato totalmente diferente, por ejemplo, a las Aventuras de Alatriste o Falcó. 

Aprovechando que el Ebro pasa por Castelles del Segre, dejo un recopilatorio de fotos de la Guerra Civil.

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Publicado por en 27 noviembre, 2020 en Historia, Reseñas, Reverteando

 

El amigo capitán Alatriste I: Alatriste.

“No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio, y había luchado como soldado de los tercios viejos de las guerras de Flandes.” Así comienza la narración de las varias novelas de las aventuras del capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte. Hace años que leí el primero y ya estoy a poco tiempo de terminar el que hasta el momento es el último. Y pensé hacer, por cada uno, con las páginas marcadas y subrayadas que hago en mis libros leídos, un recopilatorio de frases, diálogos o reflexiones de los personajes, principalmente de Diego Alatriste. El nombre de la categoría del blog está claro “El amigo capitán Alatriste” y el nombre de la novela. Antes eso sí, una sucinta introducción del contenido del libro para centrar un poco el tiro. Estas reflexiones, sobre la amistad, el amor, la guerra, la camaradería y la misma España, son perfectamente contemporáneas a nosotros. Pienso por eso que es un ejercicio interesante releer. A modo de claves para entender lo que somos.

Fue una época que nos marcó por mucho tiempo y aún continúa haciéndolo. “Es la España de Alatriste, una España cruel, dura, miserable, pero al mismo tiempo es una España en la cual florecen cosas que están muy bien. La España de Quevedo, la España de Lope, de Velázquez, de Cervantes, de Calderón. Ese contraste entre la miseria y la oscuridad y la grandeza y la gloria es lo que caracteriza la época. Creo que la etapa más fascinante de la historia de España. […] En unas manzanas de casas, en pocas calles vivió la mayor concentración de talento literario que hubo jamás en el mundo, no sólo en España. […] Es un privilegio indescriptible. Alatriste es más que una novela, es más que un éxito. Es revivir, pasearse, virtualmente por un mundo desaparecido. Era un mundo fascinante… y peligrosísimo” Como dijo Pérez-Reverte.

El primer capítulo transcurre en Madrid, sobre el año 1620, cuando Iñigo a la edad de trece años conoce al Capitán y va a vivir con el. Es la presentación de los personajes y la primera aventura o desventura de Diego: intentar asesinar por dinero a dos extranjeros que jamás hubiera sospechado quién eran. Allí conoce a su archienemigo para el resto de la serie: Gualterio Malatesta. Nos movemos por aquel Madrid, capital entonces del mundo e incluso también nos sentaremos con algún otro personaje de la época como Quevedo a tomar un vino:


» – No queda sino batirnos – dijo don Francisco de Quevedo. La mesa estaba llena de botellas vacías, y cada vez que a don Francisco se le iba la mano con el vino de San Martín de Valdeiglesias -lo que ocurría con frecuencia-, se empeñaba en tirar de espada y batirse con Cristo. Era un poeta cojitranco y valentón, putañero, corto de vista, caballero de Santiago, tan rápido de ingenio y lengua como de espada, famoso en la corte por sus buenos versos y su mala leche.
– Mucho acero es para derrocharlo tan de mañana, don Francisco – mediaba Diego Alatriste, con buen criterio.
– Poco me parece a mí, sin quitar el ojo a los otros, el poeta se enderezaba el mostacho con expresión feroz-. Así que seamos generosos: un palmo para cada uno de estos hijosdalgo, que son hijos de algo, sin duda; pero con dudas, hidalgos.»


«En aquel tiempo, cualquier cosa en la corte de ese rey joven, simpático, mujeriego, piadoso y fatal para las pobres Españas que fue el buen don Felipe Cuarto podría ser comprada con dinero; hasta las conciencias.»


«En la España de aquella época, enemistarse con la poderosa Inquisición significaba afrontar una serie de horrores que a menudo incluían prisión, tortura, hoguera y muerte. Hasta los hombres más crudos temblaban a la sola mención del Santo Oficio.»


«Quizá porque la verdadera patria de un hombre es su niñez, a pesar del tiempo transcurrido recuerdo siempre con nostalgia la taberna del Turco.”


«Don Francisco miró al sacerdote ajustándose los anteojos.
-¿Murmurar yo?… Erráis, Dómine. Yo no murmuro, sino que afirmo en voz alta. Y puesto en pie, volviéndose hacia el resto de los parroquianos, recitó, con su voz educada, sonora y clara:
No he de callar, por más que con el dedo,
ya tocando la boca, o ya la frente,
silencio avises, o amenaces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente?
El capitán Alatriste miraba a don Francisco con una sonrisa larga y melancólica, que éste le devolvió. Volvía a la carga el poeta, con un soneto al que daba vueltas de vez en cuando:
Miré los muros de la patria mía,
si en un tiempo fuertes, ya desmoronados…»


«- No queda sino batirnos – añadió el poeta al cabo de unos instantes.
Habia hablado pensativo, para si mismo, ya con un ojo nadando en el vino y otro ahogado. Alatriste sonrió con afectuosa tristeza.
– ¿Batirnos con quién, don Francisco?
Tania le gesto ausente, cual si de antemano no esperase respuesta. El otro alzó un dedo en el aire. Sus anteojos le habían resbalado la nariz y colgaban al extremo del cordón, dos dedos encima de la jarra.
– Contra la estupidez, la maldad, la superstición, la envidia y la ignorancia – dijo lentamente y al hacerlo parecía mirar su reflejo en la superficie del vino-. Que es decir con España, y contra todo.»


«Escuchaba yo aquellas razones desde mi asiento en la puerta, maravillado e inquieto, intuyendo que tras las palabras malhumoradas de Don Francisco había motivos oscuros que no alcanzaba a comprender, pero que iban más allá de una simple rabieta de su agrio carácter. No entendía aún, por mis pocos años, que es posible hablar con extrema dureza de lo que se ama, precisamente porque se ama, y con la autoridad moral que nos confiere ese mismo amor. A Don Francisco de Quevedo, eso pude entenderlo más tarde, le dolía mucho España. Una España todavía temible en el exterior, pero que a pesar de la pompa y el artificio, de nuestro joven y simpático Rey, de nuestro orgullo nacional y nuestros heroicos hechos de armas, se había echado a dormir confiada en el oro y la plata que traían los galeones de Indias. Pero ese oro y esa plata se perdían en manos de la aristocracia, el funcionariado y el clero, perezosos, maleados e improductivos, y se derrochaban en vanas empresas como mantener la costosa guerra reanudada en Flandes, donde poner una pica, o sea, un nuevo piquero o soldado, costaba un ojo de la cara. Hasta los holandeses, a quienes combatíamos, nos vendían sus productos manufacturados y tenían arreglos comerciales en el mismísimo Cádiz para hacerse con los metales preciosos que nuestros barcos, tras esquivar a sus piratas, traían desde Poniente. Aragoneses y catalanes se escudaban en sus fueros, Portugal seguía sujeto con alfileres, el comercio estaba en manos de extranjeros, las finanzas eran de los banqueros genoveses, y nadie trabajaba salvo los pobres campesinos, esquilmados por los recaudadores de la aristocracia y del Rey. Y en mitad de aquella corrupción y aquella locura, a contrapelo del curso de la Historia, como un hermoso animal terrible en apariencia, capaz de asestar fieros zarpazos pero roído el corazón por un tumor maligno, esa desgraciada España estaba agusanada por dentro, condenada a una decadencia inexorable cuya visión no escapaba a la clarividencia de aquel hombre excepcional que era Don Francisco de Quevedo. Pero yo, en aquel entonces, sólo era capaz de advertir la osadía de sus palabras; y echaba ojeadas inquietas a la Calle, esperando ver aparecer de un momento a otro a los corchetes del corregidor con una nueva orden de prisión para castigar su orgullosa imprudencia.»


«Oí restallar el látigo del cochero, y el carruaje arrancó para llevarse con él esa sonrisa que todavía hoy ignoro si fue real o imaginada. Y yo me quedé en mitad de la calle, enamorado hasta el último rincón de mi corazón, viendo alejarse a aquella niña semejante aun ángel rubio e ignorando, pobre de mí, que acababa de conocer a mi más dulce, peligrosa y mortal enemiga.»


«El capitán se acomodó mejor la capa sobre los hombros y miró hacia el ángulo de la calle iluminado por la macilenta luz del farol. Bajo el paño cálido, su mano izquierda descansaba en el pomo de la espada. Por un instante se entretuvo intentando recordar el número de hombres que había matado: no en la guerra, donde a menudo resulta imposible conocer el efecto de una estocada o un arcabuzazo en mitad de la refriega, sino de cerca. Cara a cara. Eso del cara a cara era importante, o al menos lo era para él; pues Diego Alatriste, a diferencia de otros bravos a sueldo, jamás acuchillaba a un hombre por la espalda. Verdad es que no siempre ofrecía ocasión de ponerse en guardia de modo adecuado; pero también es cierto que nunca asestó una estocada a nadie que no estuviese vuelto hacia él y con la herreruza fuera de la vaina.»


«Otro hombre con menos temple que Diego Alatriste y Tenorio, antiguo soldado de los tercios de Flandes, habría buscado con urgencia una silla donde sentarse. O para ser más exactos, donde dejarse caer. Pero se mantuvo erguido, sosteniendo la mirada de Guadalmedina como si nada de aquello fuera con él.»


«Si en el casi medio siglo de reinado de nuestro buen e inútil monarca Don Felipe Cuarto, por mal nombre llamado el Grande, los gestos caballerescos y hospitalarios, la misa en días de guardar y el pasearse con la espada muy tiesa y la barriga vacía llenaran el puchero o pusieran picas en Flandes, otro gallo nos hubiese cantado a mí, al capitán Alatriste, a los españoles en general y a la pobre España en su conjunto. A ese tiempo infame lo llaman Siglo de Oro. Más lo cierto es que, quienes lo vivimos y sufrimos, de oro vimos poco; y de plata, la justa. Sacrificio estéril, gloriosas derrotas, corrupción, picaresca, miseria y poca vergüenza, de eso sí que tuvimos a espuertas. Lo que pasa es que luego uno va y mira un cuadro de Diego Velázquez, oye unos versos de Lope o de Calderón, lee un soneto de Don Francisco de Quevedo, y se dice que bueno, que tal vez mereció la pena.»


“Otra hubiera sido la historia de nuestra desgraciada España si los impulsos del pueblo, a menudo generoso, hubieran primado con más frecuencia frente a la árida razón de Estado, el egoísmo, la venalidad y la incapacidad de nuestros políticos, nuestros nobles y nuestros monarcas. El cronista anónimo se lo hace decir a ese mismo pueblo en el viejo romance del Cid, y uno recuerda con frecuencia sus palabras cuando considera la triste historia de nuestras gentes, que siempre dieron lo mejor de sí mismas, su inocencia, su dinero, su trabajo y su sangre, viéndose en cambio tan mal pagadas: «Qué buen vasallo que fuera, si tuviese buen señor».”


“Ignoro cómo, con los pocos años que por aquel entonces tenía Angélica de Alquézar, alguien puede llegar a sonreír como ella lo hizo esa mañana ante la casa de las Siete Chimeneas; pero lo cierto es que lo hizo. Una sonrisa lenta, muy lenta, de desdén y de sabiduría infinita al mismo tiempo. Una de aquellas sonrisas que ninguna niña ha tenido tiempo de aprender en su vida, sino que son innatas, hechas de esa lucidez y esa mirada penetrante que en las mujeres constituye exclusivo patrimonio; fruto de siglos y siglos de ver, en silencio, a los hombres cometiendo toda suerte de estupideces. Yo era entonces demasiado joven para advertir lo menguados que podemos ser los varones, y lo mucho que puede aprenderse en los ojos y en la sonrisa de las mujeres.”


“Respecto a la calle Mayor, ésta era vía de tránsito obligada desde el centro de la villa al Alcázar Real, y también lugar de plateros, joyeros y tiendas elegantes; por eso al caer la tarde se llenaba de carrozas con damas, y caballeros luciéndose ante ellas. En cuanto al Prado de San Jerónimo, grato en días de sol invernal y en tardes de verano, era lugar arbolado y verde, con veintitrés fuentes, muchas tapias de huertas y una alameda por donde circulaban carruajes y paseantes en amena conversación. También era sitio de cita social y galanteo, propicio para lances furtivos de enamorados, y lo más granado de la corte se solazaba en su paisaje.”


“Confieso que tenía frío y tenía miedo. Pero yo era hijo de Lope Balboa, soldado del Rey, muerto en Flandes. Y no podía abandonar al amigo de mi padre.”


“–¿Acaso os revelaron entonces su identidad?
–No, aunque pudieron hacerlo y tal vez salvarse. Lo que ocurre es que fui soldado durante casi treinta años. He matado y hecho cosas por las que condenaré mi alma… Pero sé apreciar el gesto de un hombre valiente. Y herejes o no, aquellos jóvenes lo eran.
–¿Tanta importancia dais al valor?
–A veces es lo único que queda –respondió con sencillez el capitán–. Sobre todo en tiempos como éstos, cuando hasta las banderas y el nombre de Dios sirven para hacer negocio.”


“Y eso que Lope a tales alturas no necesitaba darle jabón a nadie. Para que vean vuestras mercedes lo que son las cosas, y lo que somos España y los españoles, y cómo aquí se abusó siempre de nuestras buenas gentes, y lo fácil que es ganarlas por su impulso generoso, empujándonos al abismo por maldad o por incompetencia, cuando siempre merecimos mejor suerte.”


“A fin de cuentas, por mucho que nuble, la sombra siempre termina despuntando cosida a los pies de uno. Y nadie puede escapar de su propia sombra.”


“El poeta andaba siempre en querellas de celos y pullas con varios de sus colegas rivales, cosa muy de la época de entonces y muy de todas las épocas en este país nuestro de caínes, zancadillas y envidias, donde la palabra ofende y mata tanto o más que la espada.”


“Don Francisco de Quevedo no olvidaba que el joven pintor había ejecutado nada más llegar a Madrid un retrato de Luis de Góngora, y aunque no tenía nada contra el mozo, procuraba hacerle purgar semejante pecado con unos pocos días de ninguneo. Aunque la verdad es que muy pronto Don Francisco y el joven sevillano se hicieron asiduos, y el mejor retrato que se conserva del poeta es, precisamente, el que hizo después aquel mismo joven. Que con el tiempo también fue muy amigo de Diego Alatriste y mío, cuando ya era más conocido por el apellido de su madre: Velázquez.”


“La conversación quedó interrumpida cuando todos, salvo el Dómine, se inclinaron sobre la barandilla para saludar a unas damas que pasaban en carricoche descubierto, sentadas entre faldas, brocados y guardainfantes, camino de las platerías de la Puerta de Guadalajara. Eran tusonas, o sea, rameras de lujo. Pero en la España de los Austrias, hasta las putas se daban aires.”


“Y no lo olvide nunca. […] Pero queda, en las bibliotecas, en los libros, en los lienzos, en las iglesias, en los palacios, calles y plazas, la huella indeleble que aquellos hombres dejaron de su paso por la tierra. […] El eco de sus vidas singulares seguirá resonando mientras exista ese lugar impreciso, mezcla de pueblos, lenguas, historias, sangres y sueños traicionados: ese escenario maravilloso y trágico que llamamos España.”


“ Podemos resumirlo diciendo, por ahora, que de las armas con que Dios y la naturaleza dotaron a la mujer para defenderse de la estupidez y la maldad de los hombres, Angélica de Alquézar estaba dotada en grado sumo.”


“Desde el monarca hasta el último villano, la España del Cuarto Felipe amó con locura el teatro. Las comedias tenían tres jornadas o actos, y eran todas en verso, con diferentes metros y rimas. Sus autores consagrados, como hemos visto al referirme a Lope, eran queridos y respetados por la gente; y la popularidad de actores y actrices era inmensa. […] Dos había en Madrid: el del Príncipe, también llamado de La Pacheca, y el de la Cruz.”


“Singular carácter, el nuestro. Como alguien escribiría más tarde, afrontar peligros, batirse, desafiar a la autoridad, exponer la vida o la libertad, son cosas que se hicieron siempre en cualquier rincón del mundo por hambre, ambición, odio, lujuria, honor o patriotismo. Pero meter mano a la blanca y darse de cuchilladas por asistir a una representación teatral era algo reservado a aquella España de los Austrias que para lo bueno, que fue algo, y lo malo, que fue más, vivi en mi juventud: la de las hazañas quijotescas y estériles, que cifró siempre su razón y su derecho en la orgullosa punta de una espada.”


“–Siempre creí que la de Valencia fue una gloriosa campaña…
–Pues informaron mal a vuestra Excelencia. No hay gloria ninguna en saquear casas, forzar a mujeres y degollar a campesinos indefensos. […]
–Vaya –el ministro alzaba ahora las dos cejas con fingida sorpresa.
–. ¿Y asesinar por cuenta ajena sí lo es? –Yo no mato niños ni ancianos, Excelencia.
–Ya veo. ¿Por eso dejasteis vuestro Tercio y os alistasteis en las galeras de Nápoles?
–Sí. Puesto a acuchillar infieles, preferí hacerlo con turcos hechos y derechos, que pudieran defenderse.”


 

 

Reverteando II. La mujer como ser superior

Pequeña parte de la conversación “La literatura como aventura”. sobre la mujer, entre Arturo Pérez-Reverte y Maira, en la Universidad de Puerto Rico.

literaturaventura

A. – Una de las cosas que he descubierto, y eso no fue en la guerra, fue en la vida, es que la mujer es un ser superior. Esto no es un alago fácil, puedo razonarlo.Tú tienes una cuna, con dos niños gemelos de seis meses; el niño y la niña al lado. El niño es un pedazo de carne con ojos. La niña le haces un gesto y ya te está mirando, te agarra la mano, ya te está mandando mensajes… hay una información genética que está en la mujer desde hace mucho tiempo. Esto ya lo hemos hablado alguna vez.

Son muchos siglos de estar callada, de silencios, de ser botín del vencedor, de que a tu hijo se lo lleven a la guerra, de que el marido se vaya al futbol o a la guerra o tal. De estar ahí callada junto al fuego, cosiendo, cocinando, mirando… Entonces eso ha generado esa especie de lucidez, una capacidad de observación, de penetración, de inteligencia potententísima en la mujer, de la que el hombre por su misma dinámica de cazador, de guerrero, de futbolero, de borracho en la esquina, de putero… ha diluido en otras cosas. Esa energía la mujer la concentró en educarse a sí misma en cuanto a mirada en su aspecto interior. Con lo cual, por simple evolución genética el hombre sigue siendo igual de estúpido que hace veinte siglos o treinta, pero la mujer ha generado una inteligencia que ya es genética. Hasta las tontas, y hay mujeres muy tontas, la tienen sin saber que la tienen.

Yo me di cuenta de eso cuando mi hija Carlota de siete años un día discutiendo me dijo: «Pero papá». Con un desprecio… con una superioridad moral. Yo me la quede mirando y pensé, pero si ésta pingaja, no la han engañado, no la han mentido, no sabe que es el sexo, no sabe que son los hombres… y ya sabe que somos despreciables. Y me puse a pensar por qué. Las mujeres, los recuerdos… y descubrí eso. Que mi hija vino ya a la vida con una lucidez genética que el niño tiene que hacerse. Mientras que ella tiene la mitad del camino hecho.

Con eso decidí hacer una novela donde una mujer fuera la protagonista. Y que La Reina del Sur iba a ser la historia, y ahí apliqué todas estas teorías. Esa especie de sabiduría y también soledad, de amargura y de lucidez. Porque hay una cosa que está clara y es muy interesante también. Hasta la mujer aparentemente más feliz del mundo, que tiene hijos, que tiene un matrimonio feliz, tiene rincones de soledad personal, de lucidez intima que no llena con nada. Que sólo son de ella. Rincones oscuros de ella. Silenciosos.

El hombre lo mejor que puede hacer ahí es acercarse con buena voluntad e intentar… la espalda silenciosa. Que levante la mano aquí el barón que no haya estado junto a una espalda silenciosa. ¿Qué ha pasado? Nada. ¿Qué ha ocurrido? Nada. ¿Qué he hecho? No, Nada. Y estás todo el rato dando vueltas… Qué fue, que hice, qué no hice. Se dió cuenta… ese cabello rubio en la solapa, ¿lo vió? ¿Qué fue? Y pasan años y años. Y un día te dice, oye gilipollas ¿te acuerdas aquel día? Pues pum pum pum.

M. – Me alegra mucho que la hayas escrito porque es una mujer que no es una sierva del amor. Es una mujer que comienza con una gran violencia fundacional que la hace despertarse a un mundo y tiene que hacer, como muchas de nosotras, toda una serie de negociaciones con el poder.

A. – Has tocado un punto muy interesante. Es que hay un punto débil de la mujer y por eso es tan fascinante la mujer como personaje. En mis novelas siempre salen esas mujeres y cada vez me interesan más. Por eso la mujer es tan justificable cuando es tan cruel, tan dura cuando es dura. Por eso la mujer es tan amarga. Pero al mismo tiempo ocurre que la mujer es prisionera de su útero también. Y de su corazón. Hay un vínculo útero, corazón muy importante que en el hombre no existe. El hombre para eso, es como para todo, sota caballo y rey. Mucho más elemental. En la mujer hay unas complejidades. La mujer más lucida del mundo, puede de pronto puede encoñarse y perder la capacidad de autodefensa y entregarse de una forma absolutamente suicida a un tipo habitualmente indigno de ella. Porque la conexión útero, cabeza y corazón la ha cortocircuitado. Es muy interesante ver como mujeres muy poderosas intelectualmente se ven en situaciones así. Y eso tu podrías…

M. – Tiene que ver con la vulnerabilidad. Hay un mito y hay una búsqueda del hombre con la invulnerabilidad, con lo que no le toca, con lo que siempre está cerrado, armado, fuerte… que nosotras no tenemos. No la tenemos. Y aún las mujeres que saben de guerra o que saben manejar puntos de rol… hay siempre un espacio abierto porque si no… somos puerta de vida. Si todo estuviera cerrado, sería el fin. Tiene que haber un espacio de vulnerabilidad.

 
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Publicado por en 15 julio, 2016 en Abstracto, Reverteando

 

Algunos hombres buenos

En esta entrada, los protagonistas son algunos hombres buenos, que se hicieron mejor a ellos mismos y a su entorno. Personas indispensables que la mayoría aun están ahí y son poco escuchadas a menudo. Gente que contribuye a un mundo mejor debe ser estudiada, leída y escuchada más a menudo. Hay muchos, en muchos lugares, pero muchas veces su voz queda sofocada. Os invito a que leáis, escuchéis entrevistas y compartáis a éstos hombres buenos, sus reflexiones y sus acciones. Hay muchos más y era difícil escoger y no hacer una entrada enorme con cada uno así que habrá segunda parte.

ARTURO PEREZ-REVERTE. Reportero de guerra durante 21 años. Lector de historia, escritor y miembro de la Real Academia Española de la lengua. Best Seller en todo el mundo. Gracias a lo que ha viajado, visto y vivido es, bajo mi punto de vista, una de las personas que mejor saben hacer un escáner social casi perfecto de cualquier lugar o cultura, pasada o presente. Con ésa manera casi perfecta para encontrar adjetivos y palabras en cada momento y lugar. Defensor del patriotismo cultural como herramienta para hacer mejor a sus ciudadanos y por tanto a su país. Es un hombre lucido e inteligente, consciente del mundo a menudo crudo que nos rodea, consciente de que la seguridad no existe, consciente de que el desastre siempre estuvo y está ahí. Muy crítico con la españa en la que vivimos, defendiendo la educación y la cultura, en el sentido amplio de la palabra, el conocimiento de la propia memoria, de la historia, los mecanismos sociales, la certeza de quienes somos que hacemos aquí y hacia dónde vamos. Dice Reverte, sin eso “es imposible que un pueblo sea libre y tenemos democracias con pueblos analfabetos que son de baja calidad”. Muy crítico con esta “sociedad estúpida y envilecida que ha olvidado la realidad de la vida, desmontando el sentido común”. Pero si debo elegir alguna frase revertiana, de tantas que hay en sus libros y entrevistas: “Siempre hay un justo en Sodoma” o “Es más peligroso un estúpido que un malvado, el estúpido hace más daño”.  Imprescindible, desde sus novelas, sus artículos y entrevistas para entender lo que pasa y quienes somos.

LUCIO URTUBIA. Un albañil, anarquista español de magnética personalidad. Vasco. Es considerado como un Robín Hood. Finalizando su vida está y aun “cree que este puto mundo se puede mejorar”. Nació en una familia pobre, sin recursos y su padre murió delante de sus ojos porque no tenían el dinero para la medicina. Eso, la pobreza, injusticia etc… le hizo, según dice, perder de manera fácil el respeto hacia un sistema que asfixiaba, de pobreza e injusto. Empezó “expropiando bancos” como él dice, y termino haciendo falsificación de los famosos “Travel Check” del First Nacional City Bank, el mayor banco del mundo. También estuvo a punto de inundar el mundo de dólares, pero El Che (Ministro de finanzas en aquel momento), se echó para atrás. Cuando puso en quiebra al mayor banco del mundo, le pillaron y aun así no le pudieron meter en la cárcel; tuvieron que negociar con él; dinero (entre 50 y 60 millones de francos por las planchas) y su libertad (el banco retiro la mayoría de los cargos). Al poner al mayor banco contra las cuerdas y este detenerle, Lucio demuestra que tiene razón en lo que dice: los bancos están por encima de la justicia ya que tenía que haber acabado en la cárcel durante muchos años por ser un gran falsificador, pero queda libre porque el banco quiere. Ellos son el estado. Según se sabe, trabajaba durante el día para vivir, y por la noche consumaba sus actos revolucionarios, repartiendo el dinero. Un periodista francés escribía en Le Figaro “Lucio no se ha llevado un solo franco a su bolsillo. Lo ha invertido todo en las causas que él consideraba justas”. Defiende el anarquismo, como canal de ideas, ya que, según dice: no hay soluciones perfectas ni finales. Para mi es uno de los hombres buenos con mas agallas, menos teórico que otros pero activo al máximo nivel. A día de hoy, es mayor, pero aun así sigue “haciendo” como dice él. Hay una película-documental sobre su historia, nominada a los goya y varias entrevistas enormemente interesantes.

JOSE LUIS SAMPEDRO. Es una de mis debilidades. Podría estar horas hablando de él, leyéndolo o escuchándolo. Ya muerto, a los 96 años, se dijo que fue en sus últimos años de vida la mente más joven de España. Catedrático, escritor, economista pero sobre todo humanista. Exiliado en Tánger hasta los 13 años. Su calidez y su calidad como persona, el entendimiento de la economía como herramienta al servicio de “la familia humana” hacia que tuviera un discurso muy cercano y coherente, siendo referencia y un placer leerle pero sobre todo verle hablar. He dicho bien, verle hablar. Replanteando al ser humano como lo que es y cómo debemos “hacernos” hasta morir lo que “se es” en ésta vida a la vez que mejores personas. Hablaba del derecho pero sobre todo del deber de vivir, del amor, de la amistad, de la dignidad, de la democracia, y de mil palabras y conceptos más que nos dio esa Europa sabía, que ahora brilla por su ausencia, que trajo al mundo los mejores valores y momentos en la historia del mundo. Gran defensor del 15M y referencia entre jóvenes: “Me habéis dado la alegría antes de morirme”, dijo Sampedro.

JORDI EVOLE. Se dice que tenemos por cada palabra una imagen que se ilustra en el cerebro. Para mí cuando la palabra periodista entre en mi cabeza, la imagen es sin duda la de Jordi Evole. Empezó como “El Follonero” en el programa de Buenafuente, con gags graciosos hasta que se lanzó con el primer “Salvados por la campaña” en 2008, en tono humorístico con un pelín componente periodístico. Poco a poco, el tono de humor pasa a un segundo plano, y el programa va experimentando un tono periodístico muy puro. Entra en todo tipo de temas actuales y de importancia, hablando con profesionales de cada materia, con autores y protagonistas directos. Lleva una manera de mantenerse emocionalmente al margen pero siempre curioso por el entrevistador y su historia, haciendo las preguntas precisas en el momento y manteniendo los silencios magistralmente. Cualquier Salvados es increíblemente bueno, útil e instructivo para entender el funcionamiento de la banca, la política, la construcción, de quien somos y mil etc. más… Premiado en los Onda en varias ocasiones y demás premios… Muchos de los “Hombres Buenos” de este artículo han sido entrevistados por él.

JOSÉ MUJICA. Como J. Anguita, fue y es un ejemplo en vida. Activista comprometido, estuvo en la cárcel por ello. Es un político de Uruguay, donde fue presidente. Defensor de que los políticos deben vivir como la mayoría de sus conciudadanos, lo llevo a cabo y logro transformaciones importantes en su País Una de sus frases más características es: “Las repúblicas vinieron al mundo para suscribir que nadie es más que nadie”. Personaje muy sabio y comprometido con el mundo y su país, defensor también de la vida de una manera sobria. “La cosa más grande que tienes, es que estas vivo. Es un milagro que estés vivo. Hay gente, como Rockefeller, 98 años y sigue acumulando plata… ¿Qué sentido tiene? La felicidad no es una cuestión material, literalmente no es así. ” Éste presidente, dona el 90 % de lo que gana a causas solidarias. Sabe que Europa tiene la pasión de haber sido, y ya no ser. Defensor de un gobierno mundial, para enfrentar esos nuevos problemas, debido al cambio de paradigma indudable del mundo actual. Diferencia especuladores de inversores, algo que se hace poco y creo que es basico. Para mí un una de las mentes más lúcidas, es un placer escucharle en cualquier intervención.

RAFAEL CORREA. Es un político y economista, actual Presidente de la República del Ecuador. Nació en un hogar de clase media en el centro de Guayaquil. Su mandato comenzó tras haber ganado por primera vez las elecciones presidenciales de 2006. La aprobación de una nueva constitución para la construcción de una sociedad soberana, justa y democrática. La priorización de la inversión social con un cambio de un Estado adorador del mercado a un Estado garantista de los derechos humanos y de la naturaleza, el cual tiene sorprendido al mundo con sus logros en infraestructura y educación. Trabajo por un país más libre, restructuro una deuda que según se dijo era ilegal al auditarla. Ha reducido considerablemente la tasa de paro. Conocido aquí en España por sus entrevistas con Ana Pastor, es gran defensor de los pueblos y sus gentes y de la ilegitimidad de las deudas y del sistema financiero especulativo y sus poderes, siendo ejemplo práctico de que se puede conducir un país por otro lugar más próspero para todos.

EDUARDO GALEANO. Otra mente de oro. Nos dejó hace poco, éste periodista y escritor uruguayo, ganador del premio Stig Dagerman, considerado como uno de los más destacados autores de la literatura latinoamericana. Nació en Montevideo en el seno de una familia de clase alta y católica. Lo que para mí más destaca, diría, esa parte de pensador reflexivo o filosófico, dejando grandes frases y conceptos. Defensor del 15M, donde dijo mucho y muy bueno sobre este movimiento que nació en Madrid por 2011. Tiene mil reflexiones y frases pero me quedo con una: “El mundo se divide, sobre todo, entre indignos e indignados, y ya sabrá cada quien de qué lado quiere o puede estar”. Su lado humanista y positivo, siempre en defensa de los derechos y libertades haciendo una gran critica al no-desarrollo humano. Mi primera frase leída de Galeano, referencia a la utopía jamás la olvido: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.

JULIO ANGUITA. Ejemplo vivo, solidario y coherente de lo que predicó y predica. Uno de los mejores discursos políticos que he visto, ha sido de Anguita, del año 1999. Maestro y político, secretario general del PCE y coordinador de IU.  Antes de esto fue alcalde de Córdoba por el PCE y reelegido por mayoría en 1983 pasando a ser conocido como el “Califa Rojo”. Muy crítico con el gobierno socialista y por supuesto con el sistema capitalista actual. Ante todo ha sido y a día de hoy ya jubilado, sigue siendo un gran activista del bien común, de la dignidad, de los derechos, de la vida, siendo irreprochable en hechos. Gran defensor también del 15M.

ENRIC DURAN. Catalán, también conocido como  Robín de los Bancos es un activista español. Muy implicado en iniciativas como la Consulta por la abolición de la deuda externa, el Movimiento de Resistencia Global, la Campaña contra el Banco Mundial… Ha sido promotor de proyectos como la agencia de noticias liberinfo.net,  El 17 de septiembre de 2008 anunció que, como parte de una acción política, estafó cerca de medio millón de euros a diferentes entidades financieras con el objetivo de denunciar, en sus propias palabras, el “depredador sistema capitalista” financiando diferentes movimientos sociales anti-capitalistas.

EMILIO LLEDÓ. Es un filósofo español formado en Alemania, que ha sido profesor en las universidades de Heidelberg, La Laguna, Barcelona y Madrid. Es miembro de la Real Academia Española y también príncipe de Asturias. Hombre potentemente reflexivo sobre la naturaleza humana, la vida, la naturaleza y sus valores. Crítico con el mundo que antepone el dinero como el bien supremo, tachándolo de perdido, proponiendo la memoria como “rescate”, como referencia y aprendizaje. “Lo que el ser humano es, es lo que la educación hace de él”.

JORGE BUCAY. De Buenos Aires, Argentina. Es un sobresaliente representante del psicodrama, además es escritor y un destacado practicante de la terapia Gestalt. Ampliamente reconocido en España y Latinoamérica por medio de sus textos de superación personal y autoayuda.

GERARDO IGLESIAS. Es un minero y político español, secretario general del PCE, ya retirado de la vida pública. Fue un ejemplo de servicio, ya que cuando termino en la vida política, volvió a su trabajo de la mina. Riguroso y responsable con su forma de pensar.

 
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Publicado por en 23 junio, 2015 en Amor, Entrevistas, Politica, Reverteando

 

Reverteando I.

A veces no tengo nada que decir y mucho que escuchar. Un extracto curiosos de alguien que ha viajado y conoce el mundo en el que vivimos y maneja el castellano como pocos. Arturo Perez-Reverte. Ratones Colorados.

«- ¿Usted sabe lo que está pasando el el mundo?…

– Tengo una ligera idea… pero paso lo que paso siempre. El mundo no es peor ahora que antes, solamente que el movimiento hacia el horror es mas rápido mucho mas violento, mucho más evidente por la televisión. Siempre hubo miseria hambre, violencia, crueldad, suciedad, siempre la hubo… y siempre hubo gente decente en mitad de toda esa mierda…claro que si. Vamos mas deprisa hacia el final…que llegara.

[…]

– Su gran éxito le a acarreado mucha envidia…

– Estamos en España, Kain nació aquí. Kain era español como todo el mundo sabe. Pero eso forma parte del oficio. También me agraciaron muchos amigos, muchos lectores.

– España fue mas que son los Estados Unidos ahora…

– Fue mucho más. Nuestros tercios eran los marines de la época. España fue lo que nadie fue jamas. Fue el gran imperio… perdimos la ocasión por nuestros pecados, por nuestra vileza, por nuestras muchos defectos. Pero España fue algo grande. Fue algo cruel, horroroso, oscuro, de curas y hogueras, pero también hizo cosas muy hermosas… realmente mereció la pena.

– ¿Que debe ser un periodista?

– Alguien que va a los sitios y cuenta lo que pasa para que la gente saque sus propias conclusiones […]. Mi idea era esa, no mezclar mis sentimientos ni mis juicios morales con mi trabajo. Por eso escribí territorio comanche, para contarlos. Digamos que el periodismo como todo se a vuelto como todo, una parte mas de este mundo enloquecido y estupido en el cual vivimos, de apariencias y de intereses y ahora es mucho mas evidente. La television es una herramienta muy potente. Tan potente que ningun poder quere dejarla de lado. Esta envilecida completamente y es una pena porque hay gente muy decente dentro pero tambien son mercenarios que tienen que ganarse el pan, ir a casa y darle de comer a los hijos.

– Muestran lo mas ruin, lo mas grosero de nosotros…

– Pero también la culpa es nuestra… porque nos gusta ver los ruines y lo groseros que somos en la pantalla, nos refocilamos con eso… si no hubiera audiencias no habría programas basuras.. si no fuera todo eso no habría esos programas.

– ¿Eso significa que tenemos la televisión que nos merecemos…?

– Por supuesto, y los hijos que nos merecemos, los gobernantes que nos merecemos, los amigos que nos merecemos, el mundo que nos merecemos… lo hemos hecho nosotros. La televisión basura corresponde a una sociedad basura. Vivimos en una sociedad basura desde hace tiempo y cada vez mas… la television refleja las maneras, los gustos, las aficiones, el envilecimiento de una sociedad…

– ¿Somos tan morbosos… y tan miserables…?

– Lo somos, lo somos. Lo que pasa que en medio de esa basura aparece gente muy digna que merece la pena. Pero el conjunto… el rebaño es infame.

– Observo que a usted también le cabrea el pueblo…

– La estupidez, la ignorancia voluntaria siempre me cabreo más que las canalladas de los poderosos. Porque sin pueblos analfabetos y estupidos y facilones no habría canallas aprovechándose de ellos… entonces a veces pagamos nuestros pecados de esa manera… teniendo los gobernantes que nos merecemos.

[…]

– ¿Usted odia a los fanáticos que matan por una idea?

– Lo peor es el fanatismo ¿no?. Pero odio más a los canallas que se aprovechan de los fanáticos que matan por una idea. Odio mas al que sacuda el arbol…Lo peor… es el canalla que no corre riesgos. Hay dos tipos de canalla, el que los corre y el que no los corre. Y el que los corre se la esta jugando, al fin y al cabo está dispuesto a pagar por lo que sea. Puede ser un perfecto hijo de puta pero esta dispuesto a pagar… bueno pues hay un respeto, digamos general, hacia una actitud de este tipo… Pero el que no cree, el que esta en el despacho atrincherado sin correr riesgo jamas, tocando botones y aprovechando que cuando algo sale mal nunca paga él. Ese es el ser más despreciable del mundo. El más despreciable de todos.

– ¿Las guerras se hacen o por idea o por dinero?

– La verdad que las guerras se hacen porque te engañan. Porque estas en tu casa y te dicen, ohh que ese malo te va a venir a por ti ve tu antes a por el… acuérdate que violo a tu abuela y te quito la cabra… y a tu antepasado tal. Esos son los que hacen las guerras. Entonces la gente ignorante, sin cultura, sin el aplomo que te da el conocimiento y la lucidez, el saber y la memoria… se deja arrastrar a esas aventuras. En España tenemos casos y los ha habido por todo el mundo. Y eso es lo terrible.

– Con lo que a vivido y lo que a contado…¿usted sigue creyendo en el ser humano?

– Sino no escribiría… me hubiera retirado hace tiempo… ya le dicho que siempre hay diez justos en Sodoma. Siempre, siempre. En mitad de la basura siempre encuentras a alguien que merece la pena y que justifica la condición humana. La vileza humana, la podredumbre, la violencia, la crueldad, siempre hay alguien que dices, no diablos es que este no es así… ya por este merece la pena. Ahora se que es mas difícil encontrar los justos en Sodoma.

– ¿Ahora ganan los malos?

– Siempre han ganado los malos… la cuestión es únicamente que no se puede dejar que ganen impunemente, al menos hay que hacerles que les sangre la nariz cuando ganen. Ahora Bush no lleva túnica… pero ahí esta. El imperio… siempre hubo un imperio dando por saco.

– La historia del mundo siempre es esa…¿Uno explota al otro y el otro se cabrea?

– El otro o se deja explotar o se revela. Afortunadamente el hombre se a revelado a lo largo de la historia y se sigue revelando y eso es lo que nos salva otra vez… pero la mayor parte de las veces se deja explotar. Pero que bonito es cuando sale un Espartaco o un quien sea y dice no. Un momento. Vamos a pelear… la violencia… vamos a pelear. Porque… pues no vamos a ganar… que mas da… pero hay que pelear ¿Como no vas a pelear? Como te van a mirar tus hijos si no peleas. Yo he visto señor Quintero, gente que delante de ellos han estado maltratando a sus hijos a su gente y no se han atrevido a pelear, estaban ahí asustados, eran capaces de dejar que a la mujer la violaran sin abrir la boca para sobrevivir. Esa gente merecía lo que le estaba pasando. Pues igual en la vida. Hay que pelear. Levantarse y pelear… claro que si. Mientras haya hombres que peleen, equivocados o no eso me da lo mismo ¿Quien tiene la razón objetivamente, quien objetivamente sabe si es justo o no es justo?… mientras haya gente dispuesta a pelear por lo que sea, tendremos, no digo esperanza, pero al menos dignidad. Y a falta de esperanza la dignidad es una buena cosa para ir tirando. […]. La arrogancia unida el poder es muy peligrosa. El americano llega a América y deja América sin Indios. El Español.. va tal.. el Portugés… se enrollan, tienen mestizos tal, los ciran y crean su mundo… diferente. Lo haces tuyo, te integras. El anglosajón no se integra nunca. Y eso pasa en Irak. Cuando no respetas las costumbres, cuando no sabes sentarte a tomar un café y a charlar con el local… entonces al final ese local te termina cortando el cuello cuando duermes.

– ¿Que sabe un Norteamericano lo que es un Árabe?

– Es que no saben ni que es Arabia…, es un país ignorante. Tiene cosas muy buenas por supuesto. Pero globalmente es un país muy analfabeto de una gran incultura, cerrado en si mismo, muy infantil en cuanto a comportamientos y en cuanto a conceptos. Y eso cuando tienes escopeta en la mano es muy peligroso. Vete a Irak o donde sea… eso es peligrosisimo porque desprecias al que esta enfrente… hasta que te revienta. Hasta el otro se espabila y te revienta. […] España a podido ser el puente de 20 cosas siempre, con África, con el mundo Árabe, con Europa, con América Latina… con América… con todo. Y no.. Politicos que no saben que fue España en Europa, que piensas madre mía en manos de quien estamos. Y encima ahora de super jefe tenemos a George Bush, de super jefe…

– Como pueden repetir una mentira mil veces para convertir en una verdad… porque disponen de los medios.

– Y al final es verdad… pero bueno frente a eso no hay más que un arma. Y es la cultura, el aplomo, el saber, el decir, que me esta usted contando, que yo se muy bien que estoy haciendo aquí. Eso es leer, saber, conocer, la memoria, el conocimiento, mirar… y es lo que no tenemos… Sin ese antivirus digamos, estamos indefensos. Somos analfabetos en manos de analfabetos. Y eso es espantoso. Es el peor… es la peor situación que tiene un país. Nos están dejando indefensos… y creo que ni siquiera es deliberado. Ni siquiera son tan inteligentes  que digan… vamos a desmantelar… es que es así, es una consecuencia de todo.»

 
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Publicado por en 12 junio, 2014 en Reverteando