No es mala idea empezar por el corolario del video de Ignatius de la Vida Moderna del que quiero comentar un par de cosas: “Las drogas te vuelven loco, pero no te hacen un hijo de puta”. Todo empieza por la famosa frase de Rodrigo Rato; “Es el mercado amigo”. Doctor en economía, director de FMI, presidente de Bankia y Caja Madrid, ministro de economía y hacienda… Y su reflexión tras ser preguntado por la gestión de Bankia, por los delitos fiscales, tarjetas black etc. es, ni más ni menos… “Es el mercado amigo, esto no es un saqueo”. Brillante. Normal que su vida haya dado pie a una obra de teatro.
Sorprende el descaro con el que se quita todo tipo de responsabilidad con una sola frase, sin despeinarse y de una manera tan miserable. Alguien que, como dice Ignatius, se supone que tuvo que ser responsable de todos los cargos mencionados antes. Pero la clave no es lo que dice, sino el mensaje entre líneas que apareja. Siguiendo la analogía del video, se nos presenta “el mercado” como un ente abstracto y sin gobierno. Como si se tratara de un fenómeno atmosférico que no se puede controlar y manejar o como una suerte de dios utilizando el mismo esquema que hace siglos. Como dice Ignatius se da la paradoja de que nos comportamos contra algo matemático y racional, como si de dioses se tratase. Creo que ese es el triunfo de los liberales que defienden el mercado, pero no la libertad: está claro que alguien sin dinero no es libre en el mercado.
Aceptar el ente llamado mercado como algo así, nos desempodera totalmente. De la misma manera que llegaban tempestades por el enfado de los dioses, ahora llegan crisis por el enfado de los mercados. Recordemos que se ha llegado a tildar a los mercados como sensibles etc., de igual manera que si tuviesen sentimientos… ¡Los mercados! Como dice Ignatius, nos doblegaremos al dios mercado o lo que es lo mismo al dios dinero. Ya que finalmente es el mercado como respuesta a todo por encima de equidad, justicia o democracia.
Dicho lo anterior, la pregunta, al menos para mí es obvia ¿Los que están al mando nos sirven para algo? Independientemente de sus ideas políticas. Es decir, tenemos un sistema hecho por nosotros; matemático, técnico y cartesiano: donde todo se calcula y se formula. Un sistema creado por humanos para humanos y no por ningún tipo de dios, que debería ser una herramienta a nuestro servicio, pero resulta que debemos ser respetuosos a sus caprichos y atenderle, pese a que sea contrario a las necesidades de una mayoría, cuando esto ocurre, para salvaguardarlo. Si la respuesta es el mercado, no entiendo para qué sirve alguien al mando.
La segunda pregunta, vuelve a ser obvia, ¿Es el sistema una herramienta para que nos sea útil a una gran mayoría desde una visión del globo entero, incluyendo asuntos como el cambio climático, o es el sistema un ente al que le debemos sumisión? ¿Y esto, qué sentido tiene? En cualquier caso, la reflexión que se debe plantear es la siguiente: Si tenemos algo, cualquier herramienta que nos ha ayudado durante un tiempo determinado, pero por la naturaleza de la vida y los cambios que se dan, ahora no nos sirve y, es más, nos entorpece, ¿Porque no modificarla? ¿Porque no poner en tela de juicio algunas cuestiones? Todo siempre es mejorable o muy mejorable. No estoy hablando de tirarla u olvidarse de ella. En este sentido creo que debemos ser más prácticos. Nadie tendría ningún artilugio en sus manos que le limite y le coarte.
Por otra parte, otro planteamiento que se da en el vídeo, es que finalmente nosotros somos un elemento más de la rueda mercado. Ya es el punto final de la deshumanización por parte del mercado y del sistema. Ya que el sistema no es que no sea una herramienta a nuestro servicio. Es peor, el sistema nos absorbe como un elemento más de su engranaje para su desarrollo supeditándonos a él. Ya que nos convierte, en productos creados para consumir, en el mejor de los casos. Es el mercado amigo… que le vamos a hacer.
Jamás en la historia humana hubo tantos suicidios. Además, esta tasa es a menudo más alta en los países más felices. Quizá medir felicidad por las tasas de consumo no era buena idea. Cuando se utiliza el término desarrollo, solamente pensamos en desarrollo tecnológico, técnico y económico, pero si no conlleva desarrollo humano y personal no vale para nada. Nos hace peores. No es esta en nuestra naturaleza ya que vinimos a la vida a ser felices y no a consumir.
En cualquier caso, cuando una especie atenta tanto contra su propia vida, significa que algo no está bien. Habría que preguntarse eso también. Algo está fallando. Ninguna especie más que la nuestra atenta contra su propia vida en el planeta tierra.
Finalmente creo que José Saramago tenía razón cuando dijo: “La alternativa al neoliberalismo se llama conciencia”. En el video que me hizo reflexionar sobre esto y que dejo a continuación, Ignatius lo desarrolla en clave de humor.
Silencio de revólver
2 abril, 2018 at 00:32
Buen análisis
juanfisherman
2 abril, 2018 at 08:49
Gracias por leer!
MundoTazas
25 mayo, 2018 at 18:02
“La alternativa al neoliberalismo se llama conciencia”… para reflexionar.
juanfisherman
28 mayo, 2018 at 08:39
Totalmente