Solo porque he recibido tanto de la vida encuentro esta noche el valor para dirigirme a todos vosotros. Necesito valor. Quiero dar gracias a Dios por todo. Por el amor, que es la mejor manera que conozco de dar las gracias por todo. Un amor que no distingue lo sagrado de lo vivo. Cuando os hablo de mis padres me invade una ola de amor, que me late el corazón y me devuelve la vida. Quiero dar las gracias a mi padre por mi madre, y gracias padre por mi madre. Este Goya es vuestro con todo mi honor.Y este Goya igualmente es de toda mi familia adorada y ellos saben que son mi corazón. Esta noche, gracias a la generosidad de la academia, recibo el Goya de Honor del año 2021.
Lo recibo llena de agradecimiento, con alegría y serenidad si cabe. Alegría porque sois vosotros mis compañeros y compañeras de profesión los que os habéis acordado de mi. Alegría porque el rodaje ha sido muy hermoso. Increíble de tan verdadero. Improvisando puentes que ninguna pandemia pueda arrebatarnos. Lo recibo igualmente con serenidad con la paz que otorga comprender que solo será mío si lo es de todas y cada una de las personas con las que he trabajado. Los seres humanos de todos los oficios del cine que me han acompañado y a veces sostenido. El cine, nuestro cine, de nuestro alma, ha marcado el calendario de mi vida. Ha sido un horizonte y camino. Un viaje hacia el ser humano, hecho por humanos. Se nos van las obras hablando de nuestro trabajo.
Necesitamos compartir nuestro entusiasmo para saber que es verdadero. Comunicar con alguien, para que nos fascine lo que comunicamos. Pero sobre todo, necesitamos sentir que nos necesitamos. Hace ya algún tiempo, mucho para los calendarios y ninguno para el corazón, mi padre cantó en este teatro donde ahora me acompaña. No imaginaba él aquel día que un día su hija recibiría en este mismo escenario lo que para él era el alma de su arte, el cariño del público. Que sea Málaga, la ciudad de mi padre, la tierra de mi padre, mi paraíso. El lugar que la vida escoge para que vosotros me mostréis mi fidelidad a vosotros y vuestra fidelidad a mi, me hace sospechar que el azar es cómplice del amor.
Y bueno, yo si supiera os hablaría de la luz de mi España entera. Os hablaría de su aire fino que disuelve las penas, pero siempre os estaría hablando de su gente. Gente generosa a la que le urge darse para saberse vivo. Gente noble, buena, leal, amiga en las horas más difíciles que necesita vivir para querer. Que necesita querer para vivir. Quiero darle las gracias al cine por haberme llevado con él y por enseñarme de todas las cosas un milagro. Quizá tal vez la vida se parezca al cine, no se disfruta sin los demás. Gracias.