
Ésta entrada no estaba prevista. Como ninguna. Inaugura nueva sección en estos tes verdes: vivencias, aunque en el fondo todo lo que escribo lo son, pero ésta última a sido muy intensa y concentrada. Dicen que el viaje o el destino no importa, sino la compañía. Esto es muy cierto pero si encima el lugar te permite, que así fue, ya si que tienes el ciento diez.
Partimos sin mas conocimiento de causa para tierras no muy lejanas pero con unas ganas y un compadreo inmejorable. Es lo bueno que tiene ir con amigos. Encima el clima estaba de nuestra parte. No sabíamos lo que nos esperaba, y por eso fuimos un poco de pardillos, lo cual tiene un puntito curioso, todo te sorprende un poco más y siempre para bien. El primer día pese a tener que acoplarnos con bultos para arriba y para abajo, siempre con una cervecita en la mano, al tran tran. Fue brutal. Esa noche ya empezaron las historias y las caídas… el ir al cajero… pudo esperar hasta el sábado.
Rápido empezamos a fluir con la gente y teníamos el barrio montado. Lo que le faltaba a uno lo teníamos nosotros y al revés. Las preocupaciones se fueron tan rápido que ni nos dimos cuenta. Aquí empezó el paréntesis. Los problemas se evaporaron del cerebro. Entre esto pasaron los días… demasiado rápido según pensamos todos. Menuda hinchada de risas, mucha cerveza, mucha música, muchos momentazos en conciertos, muchas cosas buenas. El buen rollo en la actitud de la gente nos caló bastante. Fue un juego de aventura gráfica vivido en primera persona. Dio tiempo hasta a jugar a las cartas. Pobre mesa, al final se canso y nos tiraba a todos. Bueno algunos sufrieron más caídas de las necesarias.
Entre tanto, había ratos incluso, en algún descanso de todo esto, que me daba por pensar en eso mismo. Lo agusto que estábamos, y con tan pocas cosas. No hacia falta nada, solo cerveza, algo de comida y seguir compartiendo nuestro paréntesis a flor de piel. Cada paso, vivido con unas ganas con mil emociones, nos deparaba una nueva anécdota cojonuda. Es curioso darse cuenta que lo que nos mantenía tan felices estaba más que nunca a mano y sin casi ningún tipo de coste. Repartimos y acogimos muchos momentos y todos muy felices.
Sin querer acercarnos, y con un montón de vivencias ya a las espaldas en unas cuantas horas, nos llegó el sábado. ¿Ya es sábado? Llego el día de la guinda del pastel. Todo empezo haciendo la comida, a partir de ahí toda la tarde que pasamos de romería, bailando en el concierto, riéndonos, de abrazos, de buen rollazo entre los pastafaris… que gran recuerdo guardo. Cada día se iba mejorando, pero lo del último ya fue… Luego terminaríamos sufriendo de agujetas en la boca de reírnos, en las piernas de bailar y en todo. Pero era un coste muy bajo. Como todo, el final llego. Aún así nos costo irnos porque hasta el ultimo minuto estuvimos riéndonos exagerado.
La vida nos deja y nos da una mirada, una actitud según pasamos por ella. Vivencias buenas y otras malas. Intento siempre que estén todas. Porque iba a contar y a mantener en mi memoria unas y no otras. No tiene sentido perder la memoria. Es la que me ayuda a estar en calma momentos peores y saber saborear y disfrutar con calma activa las buenas.
Por eso éste fue un buen paréntesis para el recuerdo. No solo por el sabor de boca de lo bien que lo pasé. Me permitió conocer gente que no conocía y conocer gente que conocía muy poco. Lo que hace el entorno… También estar más juntos con mis amigos y acercarnos un poco mas viviendo como hermanos y haciendo que cada día estamos mas unidos. Ésta ida me encanta. Darnos cuenta de que tenemos más ganas de seguir y vivir muchas mas cosas chulas. Tengo suerte de tener los amigos que tengo, lo se muy bien. Me permitió también, no olvidarme de lo que me hace feliz, que muchas veces se olvida, y no debería. Que la estética mola cuando está por dentro y que con buena actitud todo fluye, especialmente el sábado. Me permitió colgarme una sonrisa y ver colgadas enfrente mía sonrisas enromes. Ser causa y consecuencia de ellas, sonrisas y risas. Por eso es un paréntesis para el recuerdo, porque como dije arriba, el recuerdo y la memoria es lo que nos hace crecer. Experiencia en parte también.
Gracias a todos y cada uno con los que he compartido las risas, sonrisas e historias que quedan en mi memoria. Hacen mi vida mil veces mejor. Sin duda es mi mejor capital, compartir todo ésto. Como ya he dicho a sido un placer muy bonito y muy grande. Sin duda volveremos, nose a donde pero volveremos con mas sed de paréntesis. Volveremos a parar el tiempo a nuestro favor, a disfrutar entre nosotros, de la música, de los días y noches tan a tope como ésta vez. Volveremos a acariciar y a tocar eso mil y una veces más. La vida no se puede hacer más larga, pero si más ancha a cada paso. Doy fe.
Hemos visto un montón de conciertos, y pese a ir un poco de nuevas y sin conocer muchos grupos, a cual mejor. Me quedo con los del sábado, que escuchamos y sobre todo bailamos muy buena música. Y si tuviera que elegir algún tema, aun siendo difícil… el que me deja una mirada y un recuerdo muy guapo, sin duda es éste. Cada vez que lo escucho no puedo dejar de cantar y esbozar una sonrisa que me sale sin querer, como un enano. Que es como nos lo pasamos.