Si quieres resultados distintos, has de tener actitudes distintas y sobre todo acciones distintas, que es lo que revoluciona.
Si vives en el jardín de Alicia, el día que despiertes estas en la ruina. Pero recuerda que si vives ahí es porque tú quieres. Si te manipulan no seas víctima, se activo y no dejes que lo hagan. No asumas. Cada vez que asumes haces al hijo de puta más fuerte. Si hay algo peor que un hijo de puta, es el que le alaga y se junta a él, para sacar una miga miserable. Tiene tanta culpa el hijo de puta que el lameculos oportunista. Pregunta, infórmate, estas en el mundo de la información. Y sobre todo cree, sino aparte de miserable serás gris, aun lleno de plata.
Las grandes civilizaciones no se construyeron alrededor de billetes y ladrillos. Las grandes civilizaciones y los grandes países lo son o lo fueron por sus ideales llevados a cabo, de libertad, convivencia e igualdad. Sostenían unos principios, unas maneras, unas actitudes por encima de los billetes, lo cual paradójicamente crea riqueza de todo tipo, no solo económica. Eso ahora vale lo mismo que las palabras de los políticos sexagenarios de este país… la nada más absoluta. Podridos de todo, mierda entera. Si no hay ideales. La sociedad está huérfana.
Cuando diseñas algo, una herramienta, ha de estar construida para favorecerte y ayudarte en cual sea su objetivo «vital». Los sistemas que pasan de ser una herramienta útil a ser un cepo en tu pierna, no solo no cumplen este objetivo, sino que van en dirección contraria. Eso es lo que pasa. Es como si queremos utilizar una herramienta de hace 5 siglos. Aquí pasa lo mismo. Está todo tan viciado… Y no es que sea malo del todo el sistema, que haya que acabar con él, pero sí parece que es casi inherente a él las garrapatas, y los perros que lo controlan y dirigen. Esa es la clave.
Cuando alguien tiene un cargo público, ha de representar intereses e ideas y defender terrenos comunes. Es obvio que no ocurre, sino no estaríamos en la mierda que pisamos. Es más sencillo, favorecer a las empresas grandes, aun a costa de legislar en contra de los intereses generales. Compadreo y amigos de negocios. Porque luego la empresa me da asiento tan cómodo como podrido… y así. Desde la ‘élite’, entre comillas claro, de las barbas, las cejas, el bigote, hasta los políticos más bajos, caciques e incultos de cualquier pueblo.
Si están estas pulgas, que dirigen, las cuales se insultan en el parlamento y luego compadrean cuando están en «Palace Hotel», no es por arte de magia. Lo hemos creado nosotros. Estos perros sarnosos, están ahí, no porque hayan caído del cielo, sino porque los hemos «parido», alentado o votado. Por lo tanto, digamos que son el resultado de la sociedad. Incluso aun peor, porque nuestra ley electoral ayuda a las mayorías y castiga los silencios y los redirige.
Por lo cual no pidas cambio, o no quieras cambio si vas a dar respaldo a cualquier partido mayoritario, ya sean pepes o pesoes, porque si eso ocurre de nuevo nada cambiara, eso es una certeza. Se dedican a lo mismo, son compañeros repartiendo la carroña. Pescando votos para su beneficio, y solo poniéndose de acuerdo para aprobar leyes que les mejoran económicamente, importándoles un pimiento lo que pase en la vida real. La de todos los mortales. Parece mentira, ojalá me equivoque, pero volverá a ocurrir.