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Ojala… se pase el menos mal

A veces pienso que tengo toda la verdad, toda la razón. Soy poseedor del camino iluminado, de la verdad, de lo correcto. Menos mal que me doy cuenta de que no, así, podre seguir tropezando y aprendiendo algo. Que peligro. Ni a ostias. Eso si, no me niego a seguir recibiendo, no quiero morir antes de acabar. No a saltar entre nadeces y pasar el tiempo sin vivirlo.

Menos mal que la fiebre inútil causante de ceguera baja a veces, menos mal. Se toma un descanso. Menos mal que el equilibro natural, me desequilibra por el peso de mis acciones y peor , de mis dejaciones. ¿Nunca me podre arrepentir de ellas? No lo se. Menos mal que hay capacidad de reacción a veces. Aunque sea a tropezones. No me gusta pero me consuelo, me da rabia, pero me debo consolar. Seguir.

Menos mal que todo se acaba, o que todo degenera. No lo se. Que todo empieza que todo crece que todo mejora. No lo se. Menos mal que los despojos me duelen menos cada vez, quiero creer, porque se que es mentira. Me desgarran igual, dando a la vida mierda fresca que me permite soportarlos.

Menos mal que puedo, a pesar de la nausea a veces, obviar a los que tienen un solo libro. Sea cual fuere. Los que se creen poseedores de toda la razón, que como pienso, es lo más peligroso. Y sobre todo menos mal que los puedo adivinar pronto, pese a caminar como pato fuera del agua.

Ojala pudiera decir; menos mal que todo pueblo cambia en valores y cultura. Se hace conocedor del mundo en el que vive. Tiene memoria y contrasta los libros que no entienden de razón sino de información. Ojala. Y pudiera entender al viejo casposo con más dinero que células, sin alma. Y pudiera entender entender al que lo permite desde su lado hasta el piojo que le baila el agua. Incluso hasta el que por falta de dignidad lo vota y lo re votara.

Ojala pudiera entender la mierda que pasa por mi cabeza a veces. O al menos fuera más valiente. Ojala tenga memoria, espero aprenderla a tiempo si puede ser. Ojala calme mis obsesiones, las domine, las trabaje, las descubra, las mate o las alimente. Se que están ahí. Son una cosa más de mi. Intentare jugar con ellas. Aunque sea a la sombra.

 
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Publicado por en 4 junio, 2014 en Abstracto

 

Toma cartas…

Si quieres resultados distintos, has de tener actitudes distintas y sobre todo acciones distintas, que es lo que revoluciona.

Si vives en el jardín de Alicia, el día que despiertes estas en la ruina. Pero recuerda que si vives ahí es porque tú quieres. Si te manipulan no seas víctima, se activo y no dejes que lo hagan. No asumas. Cada vez que asumes haces al hijo de puta más fuerte. Si hay algo peor que un hijo de puta, es el que le alaga y se junta a él, para sacar una miga miserable. Tiene tanta culpa el hijo de puta que el lameculos oportunista. Pregunta, infórmate, estas en el mundo de la información. Y sobre todo cree, sino aparte de miserable serás gris, aun lleno de plata.

Las grandes civilizaciones no se construyeron alrededor de billetes y ladrillos. Las grandes civilizaciones y los grandes países lo son o lo fueron por sus ideales llevados a cabo, de libertad, convivencia e igualdad. Sostenían unos principios, unas maneras, unas actitudes por encima de los billetes, lo cual paradójicamente crea riqueza de todo tipo, no solo económica. Eso ahora vale lo mismo que las palabras de los políticos sexagenarios de este país… la nada más absoluta. Podridos de todo, mierda entera. Si no hay ideales. La sociedad está huérfana.

Cuando diseñas algo, una herramienta, ha de estar construida para favorecerte y ayudarte en cual sea su objetivo «vital». Los sistemas que pasan de ser una herramienta útil a ser un cepo en tu pierna, no solo no cumplen este objetivo, sino que van en dirección contraria. Eso es lo que pasa. Es como si queremos utilizar una herramienta de hace 5 siglos. Aquí pasa lo mismo. Está todo tan viciado… Y no es que sea malo del todo el sistema, que haya que acabar con él, pero sí parece que es casi inherente a él las garrapatas, y los perros que lo controlan y dirigen. Esa es la clave.

Cuando alguien tiene un cargo público, ha de representar intereses e ideas y defender terrenos comunes. Es obvio que no ocurre, sino no estaríamos en la mierda que pisamos. Es más sencillo, favorecer a las empresas grandes, aun a costa de legislar en contra de los intereses generales. Compadreo y amigos de negocios. Porque luego la empresa me da asiento tan cómodo como podrido… y así. Desde la ‘élite’, entre comillas claro, de las barbas, las cejas, el bigote, hasta los políticos más bajos, caciques e incultos de cualquier pueblo.

Si están estas pulgas, que dirigen, las cuales se insultan en el parlamento y luego compadrean cuando están en «Palace Hotel», no es por arte de magia. Lo hemos creado nosotros. Estos perros sarnosos, están ahí, no porque hayan caído del cielo, sino porque los hemos «parido», alentado o votado. Por lo tanto, digamos que son el resultado de la sociedad. Incluso aun peor, porque nuestra ley electoral ayuda a las mayorías y castiga los silencios y los redirige.

Por lo cual no pidas cambio, o no quieras cambio si vas a dar respaldo a cualquier partido mayoritario, ya sean pepes o pesoes, porque si eso ocurre de nuevo nada cambiara, eso es una certeza. Se dedican a lo mismo, son compañeros repartiendo la carroña. Pescando votos para su beneficio, y solo poniéndose de acuerdo para aprobar leyes que les mejoran económicamente, importándoles un pimiento lo que pase en la vida real. La de todos los mortales. Parece mentira, ojalá me equivoque, pero volverá a ocurrir.

 
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Publicado por en 22 mayo, 2014 en Abstracto, Politica

 

Reflexiones de media noche…

Texto escrito la noche del 16 de Enero, cuando aún este el té verde no existía…

En todo lo bueno hay algo malo y en todo lo malo hay algo bueno. La frase, es bonita, incluso valdría para un spot publicitario… ¿Pero hasta qué punto esto es cierto? Cada uno tiene su propia teoría y a menudo es difícil sacar algo bueno de lo malo… porque lo bueno, bueno es entero… o no.

¿Qué tiene de bueno, la traición de algún amigo, suspender un examen, que un familiar falte, dejar una pareja, que te dejen, sentirte mal por saber que has defraudado o traicionado?… así hasta llegar a los pormenores más insignificantes de lo cotidiano.

Hay buenas y malas nuevas, por lo menos para mí. Hay que disfrutar lo bueno, el éxito, saborearlo, de manera tranquila, pero cuidado; es peligroso cegarte con ello, perder el suelo. Si el éxito viene fácil puede irse de la misma manera ya que no conoces los mecanismos ni has recorrido el camino para comprender por qué y cómo estás ahí, y más importante aún, si te ha sido fácil, tendrás dificultades en el camino para llegar a él de nuevo sin perderte cosas en el viaje. Esto se llama atrofiarse, cuidado.

Cuando ocurre algo malo, podemos venirnos abajo. Pero también podemos reflexionar, observar, ver crecer oportunidades, y plantearnos que la ruta real hacia lo bueno es reaprender, no hay otra máxima, sólo ésa. Eso sí, hay que estar muy atentos.

Lo bueno de no pasar una entrevista de trabajo, es que para la siguiente estarás más atento, más preparado. Lo bueno de que te cojan es el trabajo, lo malo es que te duermas en la tranquilidad de un trabajo «seguro»: que te atrofies.

Lo bueno de que un familiar falte, es que sabrás aprovechar el tiempo con los que están y valorarlo mejor. Lo bueno de que estén es disfrutarlos, lo malo es no aprovecharlo: que te atrofies.

Lo bueno de que unos amigos te traicionen es que los siguientes los elegirás mejor y tendrán ese adjetivo; amigo. Lo bueno de que este son mil cosas, lo malo es que te atrofies otra vez…

Lo bueno de lo malo es aprender. La certeza de que el éxito futuro puede llegar.

No se si lo he dicho ya… lo malo de lo bueno, es que te atrofies, que no camines. Por eso tiene que haber algo malo en lo bueno.
Vaya lío…

Porque gracias a que buscamos ese equilibrio caminamos, gracias a la necesidad de buscar mejorar. Eso es madurar hacia la tranquilidad, hacia la realidad.

Lo bueno de tener un poco de insomnio es escribir esto Lo malo es que mañana hay que madrugar. Hasta mañana…

 
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Publicado por en 17 febrero, 2014 en Abstracto

 

San Valentín

14 de febrero. San Valentín. Me acuerdo lo que hacíamos en el instituto, para recaudar dinero para el viaje de fin de curso. Durante los días anteriores a San Valentín, podías encargar a los organizadores comprar una rosa. Podía ser blanca o roja. La blanca era símbolo de amistad y la roja de amor. Lo recuerdo con mucho cariño. Además, las rosas iban acompañadas de una cartita que tu podías escribir. Encima desde el dulce anonimato. Yo recuerdo, recibir y enviar rojas y blancas. Era un día bastante curioso la verdad.

No recuerdo exactamente, cuantos o como he celebrado mis San Valentines pasados. Soy una persona que no sabe en el día que vive, ni cuantos cumple quien. Y no hace falta que sea una fiesta comercial. Es una excusa más para dar rienda suelta a la imaginación, planear cosas o las ganas de hacer historias con una actitud chula… lo que tú quieras. Una excusa más. Cada día hay una excusa. Pero si un día hay una que es la del día del amor. A mí me gusta.

Ojo. Es el día de los que están enamorados. No es el día de la pareja. Que, si usted quiere, también eh. Y aquí cada uno que haga lo que quiera. Pero a mí me gusta este día. Como el día de la Paz, cada uno que lo celebre como quiere (yo me iba a la fiesta de las palomas vestido de blanco a escuchar música). El día del sentimiento puro y verdadero. El día contrario al miedo.

Todo es tan comercial o tan autentico como tú quieras. Yo celebro estar enamorado de la vida, de lo que viene. Y estoy muy enganchado. De mis amigos de verdad. De tener ganas de tantas cosas. De ser como soy y de mejorar un poco cada día. Hoy lo digo, pero intento celebrarlo todos los días.

Por último, un tema que escuchaba cuando estaba enamorado totalmente de la música hace unos diez años. Eso fue otro de mis grandes amores. Nada me volvía más loco, que llegara el fin de semana y a pinchar en la discoteca. Encima se ponía hasta arriba. La gente venía a escuchar música y a pasárselo bien. Toda la semana mezclando, escuchando los temas nuevos que salían… con unas ganas de viernes… Fue la ostia… y como me gustaba este tema. Hacía tiempo que no lo escuchaba. Como me gusta. Turn The Tide.
Feliz viernes, ¡San Valentín, o lo que tú quieras!

http://youtu.be/sFfKWoctA_8

 
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Publicado por en 14 febrero, 2014 en Abstracto, Amor, Música

 

Un té verde… con amor

Un ejercicio interesante éste de escribir. La verdad, me es más fácil leer, pero no siempre me gusta ser pasivo. Por eso un té. Además, verde, como a mí me gusta. Para compartir lo que escribo, pero para muchas cosas más. Me cuesta hacerlo, pero cuando termino me doy cuenta de algunas cosas. No digo más tonterías que las necesarias, siendo esto buena señal. Logro discurrir con cierta habilidad, incluso a veces con cierta lucidez. Me gusta darme cuenta que no se me da mal. Por eso un té verde. Escribir es un ejercicio que me ayuda. A conocerme un poco más, a verbalizar lo que pienso y con ello a ordenarlo. Aunque solo será en párrafos. Por eso un té verde.

Hoy con amor y sus contrarios. Así, para empezar el primer té. Un tema bastante difícil… o bastante fácil. Como todo en la vida, cada uno tiene su versión de los hechos. Y aquí creo que pasa como en la música. Cuantas más versiones escuches, más temas conoces, con mayor conocimiento de causa puedes hablar.

Cómo definimos amor. Como hago habitualmente voy a recurrir a la Wikipedia, en una de sus acepciones: «De manera habitual, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de actitudes, emociones y experiencias.» Creo que se adecua bastante al pensamiento general. Una persona que siente amor por otra siente un afecto y un apego, produciendo así actitudes y experiencias, que suponemos positivas. Me parece una definición bastante cerrada. Esto puede ser mucho más amplio.

Veamos otra acepción: «En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa todo el afecto, la bondad y la compasión del ser humano.«. Ésta me gusta más. Es mucho más generalista, y creo que, si la extrapolamos al amor entre personas, es mucho más amplia y tiene muchos más matices. Para restar ya habrá tiempo.

Está más o menos claro, de momento, a nivel general que es. Es un acto altruista y gratuito. El premio es sentirse bien. Aquí hará falta un pelín de inteligencia individual, mirar un poco más lejos de tu nariz, para poder, paradójicamente, respirar mejor. En definitiva, hacer las cosas bien. Es decir, se pueden hacer cosas con amor, sin tener a nadie que hacer el amor delante.

Pero… ¿que no es el amor? Primero, el amor no es el sexo, aunque a veces te confundes. El mecanismo de funcionamiento y las herramientas son las mismas, pero el fondo cambia un poco, cambia lo que no se ve. El amor tampoco es tener una pareja, una pareja son dos personas, y menos una dependencia. Aquí también te puedes confundir. El amor es lo contrario del miedo. Si el miedo gana, se acabó el amor. Por eso el amor es un plato exquisito, pero de digestión pesada. Si no sabes comerlo e interpretarlo de manera adecuada, te atragantas. Corte de digestión. Por eso y porque es tan grande, es fácil caer en la trampa. Porque la cara es muy buena pero la cruz es muy grande también. Nada es gratis, todo tiene doble cara, debes estar dispuesto a pagar el costo. Por eso es de valientes. Valientes, pero con conocimiento de causa.

Y si se acaba. Pues claro que se acaba. Todo se acaba. Aquí tienes dos opciones. Asumir que se acaba, o entrenarlo cada día. En cualquier caso, para no decir eso que tanto asume y te deja bajo de revoluciones: «Nos queremos, nos tenemos cariño.» (No me gusta la actitud: es lo que hay. Si, es lo que hay, pero lucha por lo que quieres que haya). Asumir que se acaba es una tarea digna y difícil, sobre todo si el plato estaba interesante. Asumir y seguir por inercia crea enfermedad. Va en contra de la higiene mental. Entrenarlo es una opción, desde el minuto cero. No es un remedio. Se puede acabar el amor y seguir haciendo las cosas con amor. Aun así, no tengo muy claro en esta segunda opción, en que quedaría, pero por lo menos, si te quedas, que sea porque lo decides cada día. Decidir cada día tu vida es hacerte feliz. Nadie va a proporcionar mejores orgasmos.

Disfruten del amor, créanselo, cómanlo, háganlo, arriba y abajo. Que está muy rico.

 
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Publicado por en 30 enero, 2014 en Abstracto, Amor

 
 
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